El Ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, ofreció este martes la versión del poder sobre las masivas protestas del 11 y 12 de julio en una conferencia ante varios representantes de la prensa extranjera acreditada en el país.
En su comparecencia, el vocero oficialista negó que las protestas multitudinarias fueran "un estallido social" y culpó al gobierno de EE.UU. de elaborar un plan maquiavélico para provocarlas.
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“El 11 de julio no hubo en Cuba un estallido social. No lo hubo por la voluntad de nuestro pueblo y por el apoyo de nuestro pueblo a la Revolución y a su Gobierno. No fueron pocos los esfuerzos para lograrlo. No se podría criticar al Gobierno de Estados Unidos por haber hecho poco. A veces veladamente, y a veces de una manera pública, impúdica, se ha estado llamando, convocando, instigando al estallido social, a la explosión social, y trabajando, a veces de manera desenfadada y también de manera encubierta para provocarnos", aseguró Rodríguez Parrilla
Parrilla también defendió la gestió gubernamental de la crisis del COVID-19 y declaró que “no hay en Cuba fosas comunes como las que están en el estado de Nueva York, cuyas imágenes ustedes han visto, aunque hablen poco de ellas".
“Son incomparables las dificultades, la tasa de contagio, la cantidad de enfermos de COVID, la tasa de letalidad que hay hoy en Cuba con lo que está ocurriendo hoy en todo el planeta, incluso en las naciones más ricas y desarrolladas, incluso en Europa occidental", afirmó.
Sobre las multitudinarias protestas que tuvieron lugar el domingo y el lunes en más de cuarente ciudades y pueblos de toda Cuba, el Ministro aseguró que "el 11 de julio hubo desórdenes, hubo vandalismo, hubo violencia y, como es natural, transcurre la investigación correspondiente".
Tras culpar a supuestos "agentes de una potencia extranjera" de haber actuado para crear las manifestaciones, Rodríguez criminalizó a los participantes en las protestas y los definió como "elementos delincuenciales con antecedentes penales, personas vinculadas a elementos de marginalidad, que nuestro pueblo profundamente rechaza".
Seguidamente, el ministro acusó al gobierno de Estados Unidos de "estar implicado directamente y de tener grave responsabilidad en los incidentes que ocurrieron el 11 de julio", y advirtió que "será responsable de las consecuencias que se produzcan de persistir en esa política de estrangulamiento de nuestro país, de incitación a flujos migratorios, irregulares y desordenados entre ambos países o a la permanente instigación por parte de algún senador de la Florida para que se despachen medios navales con fines de provocación, flotilla o incluso que se sitúen medios navales en zonas próximas a nuestros límites territoriales".
La Guardia Costera de EE.UU. ya advirtió este martes que no permitirá los viajes no autorizados de embarcaciones rumbo a Cuba, y señaló que se aplicarán sanciones a las personas involucradas en travesías ilegales a través del Estrecho de la Florida.
En su larga comparecencia, el vocero utilizó una presunta cronología de la etiqueta #SOSCuba, que habría surgido, según dijo, el pasado 15 de junio en Nueva York, como parte de las protestas de un grupo de exiliados cubanos frente a la delegación cubana ante Naciones Unidas en la jornada en que se votaba la resolución de La Habana contra el embargo.
"Usaron agentes pagados", aseguró. "No fue una etiqueta surgida en Cuba, no es un movimiento surgido en Cuba", afirmó, sobre el auge de la etiqueta en redes sociales, un llamado para recabar ayudas en medicinas y productos de primera necesidad para auxiliar a los afectados por la pandemia.
Rodríguez además acusó al Gobierno republicano de Florida de financiar esta supuesta campaña y mencionó los nombres de dos periodistas independientes, Yaima Pardo y Norges Rodríguez, asociados al medio ADN Cuba como presuntos gestores de la campaña.
Al ser interrogado por periodistas de la agencia AP y EFE sobre el corte generalizado de internet en la isla, el Ministro dio evasivas, habló de "circunstancias complejas" y mencionó los cortes de energía eléctrica que afectan estos días varias regiones de la Isla.
"Está claro que hay condiciones complejas, que se reflejan no solo en el acceso a internet, sino en el tema de la alimentación, en el transporte. En Cuba no hay, como hay en otros países en este momento, gente muriéndose de hambre. Tenemos dificultades, pero no hay gente muriendo de hambre. Tenemos problemas de electricidad, de comunicación, de conectividad, y es verdad que estamos en una situación compleja, con problemas en el servicio eléctrico que repercuten en el funcionamiento de nodos y servidores, las telecomunicaciones", dijo.
Inmediatamente después hizo una alusión que sugiere que la censura sobre la red de redes continuará: "Debo decir también que Cuba no va a renunciar nunca a su derecho a defenderse de la agresión, en el plano en que esta se produzca", declaró.
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