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La Comunidad de Madrid iluminó en la noche de este miércoles con los colores rojo, azul y blanco de la bandera cubana tanto la fuente de Cibeles, frente al Ayuntamiento, como la Real Casa de Correos en la Puerta del Sol, sede de la Presidencia regional, en solidaridad con las protestas antigubernamentales iniciadas en Cuba el pasado domingo.
"Iluminamos Cibeles con los colores de la bandera de Cuba en apoyo al pueblo cubano y por una Cuba democrática y libre de dictadura", escribió el Ayuntamiento de la capital española en Twitter.
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Tanto el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, como la presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso, decidieron que la iluminación se mantendrá mientras duren las protestas en la isla contra el régimen cubano.
Ambos políticos del Partido Popular (PP) se han posicionado en favor de las protestas y han manifestado al pueblo de la isla su apoyo y solidaridad ante las acciones represivas del gobierno.
El primer edil de la capital española destacó que “Madrid ilumina Cibeles en señal de apoyo a los demócratas de nuestro pueblo hermano de Cuba en su lucha por la libertad”.
Las manifestaciones han contado con el respaldo del Partido Popular, Ciudadanos y Vox, que han acudido a la Embajada de Cuba en España para respaldar sus reivindicaciones.
La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, también condenó en una declaración institucional de la Comunidad este miércoles la "dictadura criminal que ha convertido a Cuba en una inmensa cárcel y ha condenado a sus habitantes a la pobreza, el hambre o el exilio en los últimos 62 años", y exhortó a los cubanos luchadores por la libertad a permanecer unidos frente a los intentos del régimen por dividirlos.
La declaración oficial, que apeló los vínculos históricos y familiares entre España y Cuba, pidió además al gobierno central que "abandone la ambigüedad y se ponga del lado de la libertad".
Hasta el momento el gobierno español ha evitado llamar dictadura al gobierno cubano en dos declaraciones, una de la portavoz gubernamental y otra del propio Pedro Sánchez, quien aunque se resiste a calificar de “dictadura” al régimen cubano, en entrevista televisiva el martes admitió que “Cuba no es una democracia”.
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