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La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, condenó este miércoles la "dictadura criminal", pidió al gobierno español que "abandone la ambigüedad y se ponga del lado de la libertad", y anunció que los colores de la bandera de Cuba iluminarán la sede de la Comunidad Autónoma de Madrid.
Una declaración institucional de la Comunidad de Madrid condenó a la "dictadura criminal que ha convertido a Cuba en una inmensa cárcel y ha condenado a sus habitantes a la pobreza, el hambre o el exilio en los últimos 62 años".
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La presidencia de Madrid ocupa el edificio más antiguo de la céntrica Puerta del Sol, conocido como la Real Casa de Correos, construido a finales del siglo XVIII, cuyos símbolos más populares son el reloj que cada 31 de diciembre marca la entrada del año nuevo con el ritual de las doce uvas y la placa que marca el kilómetro Cero de las carreteras españolas.
"Esta noche la Real Casa de Correos se iluminará con los colores de la bandera de Cuba como homenaje a los luchadores por la libertad", escribió Díaz-Ayuso en twitter, donde colgó una declaración institucional sobre la crisis en la isla.
La Comunidad de Madrid estará siempre al lado del pueblo cubano que, estos días se manifiesta pidiendo libertad y democracia, reza la declaración oficial, que recuerda los vínculos históricos y familiares entre España y Cuba.
La nota exhorta a los cubanos luchadores por la libertad permanecer unidos frente a los intento represivos de la dictadura por dividirlos y emplaza al gobierno de Pedro Sánchez a defender el respeto a los derechos humanos en la isla y dejarse de ambigüedades.
El gobierno español ha evitado llamar dictadura al gobierno cubano, en sendas declaraciones de la portavoz gubernamental y el propio Sánchez, evitando enfadar a sus socios de coalición Unidas Podemos, aliado de las dictaduras cubanas y venezolanas.
Este martes, un grupo de cubanos residentes en Madrid se manifestaron en la Puerta del Sol, en solidaridad con sus hermanos en la isla, que el 11J se rebelaron contra el gobierno cubano, marchando pacíficamente por calles de pueblos y ciudades, pidiendo libertad y comida y repudiando a las autoridades, incluido abucheos y lanzamiento de objetos contra Díaz-Canel en San Antonio de los Baños, al oeste de La Habana.
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