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Las autoridades de Matanzas decidieron destinar hoteles para utilizarlos como centros de aislamiento de pacientes de coronavirus, ante la grave situación epidemiológica que atraviesa la provincia y el colapso de sus hospitales.
En reunión del grupo temporal de trabajo de enfrentamiento a la pandemia, Mario Sabines Lorenzo, gobernador del territorio, no reveló cuáles serán las instalaciones turísticas que acogerán a personas que han dado positivo al COVID-19, entre las cuales se encuentran niños y adolescentes.
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La decisión de ampliar las capacidades de ingreso de enfermos de coronavirus se adopta dos días después que el gobernante Miguel Díaz-Canel anunciara el ingreso domiciliario de pacientes sin complicaciones, un nuevo protocolo de salud determinado por las altas cifras de contagios y el colapso de las instituciones sanitarias que el régimen se niega a aceptar.
Hasta el sábado, en Matanzas había 113 centros de aislamiento con capacidad para unos 6,830 pacientes, además de los hospitales Mario Muñoz Monroy y Comandante Faustino Pérez, así como el hospital infantil provincial, según precisó la Agencia Cubana de Noticias.
También se instalaron hospitales de campaña en la Universidad Camilo Cienfuegos y en los Camilitos, en los cuales se brinda atención a adultos con alto riesgo, y se hizo una extensión en el hotel Canimao para enfermos en edades pediátricas.
Todas estas variantes no han dado resultado ante el agravamiento de la crisis epidemiológica en la Atenas de Cuba, que este domingo reportó 3,351 casos de COVID-19.
Para revertir la actual situación, Sabines Lorenzo se refirió a la necesidad de ampliar espacios para realizar el test de antígeno a las personas que acuden con síntomas a los servicios de atención primaria de salud, y que si dan positivo al virus, reciban inmediatamente el Nasalferón y se trasladen a un centro de aislamiento.
Díaz-Canel visitó Matanzas el viernes, cuando volvió a insistir en que el sistema de salud en esa provincia no está colapsado, a pesar de las crecientes denuncias que muestran hospitales y centros de aislamiento totalmente desbordados, con falta de recursos materiales y de personal especializado.
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