Un joven cubano se llevó una desagradable sorpresa cuando acudió al centro comercial Puentes Grandes (26 y Calzada de Puentes Grandes, en Plaza de la Revolución) con la intención de comprar comida y se encontró sólo culeros desechables rellenando las estanterías.
"Maldita hambruna", se le escucha decir en un vídeo enviado a CiberCuba, mientras recorre las neveras vacías en uno de los centros comerciales tradicionalmente considerado de los mejor surtidos de La Habana.
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"Los estantes de alimentos están repletos de culeros en vez de comida. Qué hambruna. En cualquier momento vamos a tener que cocinar culeros desechables, a ver a qué saben", comentó en declaraciones a este portal.
"Esa tienda es inmensa y mira los estantes cómo están. Ni siquiera una frazada de piso para la limpieza. Sólo tienen culeros desechables de adorno", añadió.
Luego encontró que estaban vendiendo pollo congelado. "Era un paquetico por persona y muchos no alcanzamos", lamentó.
Hace unos días, el ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández reconoció que el Gobierno cubano está teniendo problemas para surtir las tiendas en MLC.
De hecho, admitió que estos establecimientos están cumpliendo "parcialmente" su objetivo de "captar divisas" procedentes de las remesas para abastecer con ese dinero las tiendas en pesos cubanos a las que acuden quienes no tienen familia en el extranjero.
Como de costumbre, el ministro culpó del déficit de oferta al embargo económico de Estados Unidos que, según dijo, es el culpable de que no puedan usar "parte de los dólares recaudados" en las tiendas en MLC para rellenar las estanterías y proveer los comercios en moneda nacional.
Éste es además el motivo por el que el Gobierno cubano desde este 21 de junio no admite dólares en efectivo en los bancos porque al no poder colocarlos en una cuenta en un banco internacional, prefiere no seguir recogiéndolos.
Fiel a su discurso triunfalista, el ministro de Economía cubano volvió a insistir en las bondades de la Tarea Ordenamiento que, según señaló, sólo necesita "tiempo para que madure".
Esa solicitud de paciencia llega en un momento en que el pueblo cubano se ve azotado con cifras récord de contagio de COVID-19 y por la escasez de alimentos y productos básicos que tienen su origen, fundamentalmente, en la economía estatal centralizada que en 62 años no ha conseguido satisfacer la demanda sin necesidad de hacer colas.
El economista cubano Elías Amor cree que la economía cubana ha colapsado y en su opinión, el Gobierno debería usar esos dólares que no sabe dónde guardar en ayudas a los cuentapropistas para que estos, que no están afectados por el embargo de Estados Unidos, puedan importar lo que se necesita en la Isla.
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