La reportera de CiberCuba Iliana Hernández lleva más de 50 días de prisión domiciliaria, sin que contra ella pese ningún delito o acusación, ni medie una orden judicial.
La medida es considerada una arbitrariedad del gobierno cubano, que desde el pasado 9 de abril mantiene vigilancia permanente frente a la vivienda de la activista para impedirle salir de su domicilio.
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Hernández cumple este sábado 51 días de reclusión ilegal, ordenada por las fuerzas represivas de la Seguridad del Estado, a pesar de ello continúa trasmitiendo sus directas para nuestro medio de prensa.
"50 días de prisión domiciliaria ilegal solo por decir lo que pienso y lo que deseo para mi país", dijo la reportera en Twitter.
"Esta gente están psiquiátricos, tienen que ir a verse ese problema mental que tienen, vigilar a una mujer, ¿por qué? ¿Algún profesional puede diagnosticar qué enfermedad es esa?", comentó en la plataforma de microblogging.
Hernández es la última activista mujer a la que le han dejado la vigilancia día y noche en su barrio. Hace dos semanas se la levantaron a otras jóvenes y a los activistas hombres, a excepción del rapero Maykel Osorbo que, a pesar de la reclusión domiciliaria, fue detenido dentro de su vivienda y lleva 10 días desaparecido.
La reportera de CiberCuba ha documentado en sus redes sociales el acoso del régimen, y denunciado que en el último año ha sufrido numerosos actos de acoso, un mitin de repudio por una turba de manifestantes que le gritaron mercenaria y otros insultos.
En diciembre, la Seguridad del Estado colocó cámaras de seguridad en la casa del presidente del Comité de Defensa de la Revolución (CDR) de su cuadra, para mantener el control sobre la periodista.
El acoso constante a Iliana Hernández constituye una represalia por su activismo, su postura crítica contra el régimen, así como su apoyo a los miembros del Movimiento San Isidro y otras protestas ciudadanas.
También ideó la iniciativa "La cola de la libertad", que pide a los cubanos hacer una última cola donde todos se planten para pedir un cambio de gobierno.
Esta semana la reportera denunció que un supuesto agente represor de la policía política le estaba lanzando amenazas desde un perfil en la red social Facebook.
"Es vecino de Cojímar", advirtió Hernández, quien vive en esa misma localidad del municipio Habana del Este.
En los mensajes recibidos desde el perfil de Facebook podía leerse una amenaza: "Estás gastando saliva por gusto. Nadie te sigue ni te oye. A la contrarrevolución no se le puede dar ni un tantico así. No sigas hablando mierda, en Cojímar hay muchos revolucionarios dispuestos a todo".
La periodista también ha sido víctima de una campaña de descrédito por parte del gobierno cubano en programas de la TV Nacional.
Sin embargo, no se ha cansado de denunciar el terrorismo de estado que practica el régimen cubano sobre los opositores y activistas que reclaman derechos y libertades en la isla.
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