"¿Resulta éticamente adecuada una intervención sanitaria aún cuando se realice con candidatos vacunales, es decir, vacunas que aún no tienen registro?" Esta es la pregunta que se ha hecho una periodista del noticiero de la TV cubana para disipar, según dijo, las interrogantes de la población ante la reciente campaña de vacunación masiva bajo el nombre de "intervención sanitaria".
Tras diferenciar entre "estudio de intervención", es decir, una forma de ensayo clínico masivo, y la intervención propiamente dicha, la TV cubana aseguró que estas pruebas masivas servirán para avalar el posible registro sanitario. Queda la duda, sin embargo, de por qué otros candidatos vacunales en el mundo no han necesitado tantos casos de prueba y han obtenido su certificación con un promedio de 50 mil casos.
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Para defender el programa de vacunación, el noticiero también convocó al doctor José Ramón Acosta, miembro del Comité de Bioética de la UNESCO, quien aseguró que "tanto Abdala como Soberana 02 han probado suficientemente su seguridad". Acosta citó a más de 90 mil voluntarios que ya habrían probado las tres dosis de la vacuna, y en los que sólo ha habido "eventos adversos escasos". El experto también apeló a la tradición y experiencia de la isla en vacunas, y aseguró que las ventajas de vacunarse, aunque sea con candidatos no oficiales, superan los posibles riesgos.
Luego, al mencionar la "intervención sanitaria" masiva que se lleva a cabo desde la semana pasada, la propaganda televisiva reconoció el "complejo escenario epidemiológico", y dijo que ésta intervención con candidatos aún no aprobadas oficialmente pretende reducir la cantidad de enfermos y fallecidos, algo que, hasta el momento, no se ha conseguido, así como un decrecimiento de la transmisión del virus.
La actual campaña de vacunación masiva, con candidatos vacunales de fabricación propia, que aún no han recibido el visto bueno de las autoridades reguladoras, se ha iniciado en La Habana, donde los mayores de 60 años están recibiendo dosis de Abdala.
La campaña comenzó el miércoles pasado en cuatro municipios de la capital, incluido Regla, con los proyectos de vacunas Abdala y Soberana 2, los más avanzados de los cinco con los que cuenta la isla. De Abdala se pondrán dos dosis, y la tercera será de Soberana 2.
Cuba ha puesto todas sus esperanzas en dos de las cinco vacunas que está desarrollando, Abdala y Soberana 02, que aún no ha terminado la fase de evaluación.
Más de 300.000 cubanos han sido vacunados hasta la fecha, incluidos los participantes del ensayo y los trabajadores de la salud.
Las autoridades sanitarias de la isla dicen que ambas inyecciones han demostrado ser seguras y altamente efectivas, pero no han publicado datos de las pruebas.
Cuba optó por no unirse al mecanismo de adquisición de vacunas COVAX, respaldado por la Organización Mundial de la Salud, ni aceptar ayuda de países aliados como Rusia y China, que ya tienen sus vacunas oficialmente aprobadas.
Durante los dos primeros días de la intervención sanitaria que comenzó este lunes de forma escalonada –a partir de la inclusión de estudiantes de Ciencias Médicas, trabajadores de la salud, BioCubaFarma, grupos de riesgo y territorios seleccionados– fueron vacunados alrededor de 70 000 personas.
En la capital del país, de 2,1 millones de habitantes y actual epicentro de la pandemia, más de 1,7 millones de personas serán vacunadas entre mayo y agosto, según anunció el viernes el ministro de Salud, José Angel Portal en la televisión cubana.
Mientras tanto, aumentan los contagios y víctimas mortales del coronavirus. Al cierre de este domingo, el MINSAP reportó 10 nuevas muertes, con lo cual el número de fallecidos por la pandemia en la isla llegó a 814.
Además, se diagnosticaron 1057 nuevos casos positivos a la enfermedad, que hacen que el país llegue a los 125,511 contagios confirmados oficialmente.
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