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Cuba y Venezuela se unirán a potencias como Rusia y China en el papel de observadores de los próximos comicios presidenciales en Siria, fijadas para el 26 de mayo, siete años después de la última elección de Bashar al-Assad.
De acuerdo con un comunicado del Parlamento sirio, citado por el diario cubano Granma, también participarán como observadores Ecuador, Nicaragua y Bolivia, al igual que Argelia, Sultanato de Omán, Mauritania, Irán, Armenia, Bielorrusia y Sudáfrica.
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Luego del anuncio de las elecciones, ocurrido el 18 de abril a través de la agencia oficial de noticias SANA, transcurrió un periodo de 10 días para la inscripción de candidatos que culminó este jueves.
El actual mandatario sirio, Bashar al-Assad, que gobierna el país desde hace más de dos décadas y recibió su última investidura el 16 de julio de 2014, se inscribió para los sufragios el pasado miércoles 21 de abril.
Se espera que Al-Assad gane fácilmente unos comicios que se celebrarán en las zonas controladas por el gobierno tras casi una década de cruenta guerra civil donde han tomado parte insurgentes de oposición, organizaciones terroristas armadas y el ejército gubernamental sirio, así como, posteriormente, potencias internacionales como Estados Unidos y Rusia.
Las elecciones se celebrarán un día después del fin del mes sagrado musulmán del Ramadán.
En medio de la pandemia de coronavirus —que se estima golpea más a Siria de lo que admiten las fuentes oficiales— y de llamados de la oposición en el exterior —excluida por la actual Constitución (2012)— a no considerar legitimo el acontecimiento electoral, la votación deberá favorecer ampliamente un nuevo mandato de Bashar al-Assad, quien en 2000 tomó el control del gobierno tras la muerte de su padre, Hafez al-Assad (1971-2000).
En 2014, Al-Assad ganó con el 88% de las boletas a su favor, y ahora muy probablemente alargará el dominio autoritario de su familia más allá de medio siglo. Su partido, Baaz (“Renacimiento”), laico, panárabe y socialista, continuará en el poder tras más 60 años.
Considerado un dictador feroz por sus opositores y por buena parte de la opinión pública internacional, Al-Assad, un oftalmólogo de 55 años, posee un gran apoyo entre los alauitas, la minoría dominante en Siria.
Po otro lado, la delegación siria ante Naciones Unidas (ONU) ha denunciado esta semana presuntas interferencias por parte de Occidente en las próximas elecciones, según informó Hispantv.
El embajador Bassam al-Sabbagh aseguró que los comicios no contradicen la resolución 2 252 de la ONU, que llama a plantear una nueva Constitución para la nación árabe.
En marzo de este año, mandatario y la primera dama, Asma Al-Assad, padecieron COVID-19, según informó la Presidencia de Siria.
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