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Una decena de migrantes cubanos solicitantes de asilo en Islas Caimán, a los que habían colocado chips electrónicos para monitorearlos, han desaparecido.
En la noche del domingo, el Departamento de Comunicaciones de Seguridad Pública perdió el rastro de los cubanos, según reveló Cayman News Service.
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Aunque los migrantes desembarcaron ilegalmente, no son considerados prisioneros y la isla caribeña debe reconocer a los solicitantes de asilo y procesarlos como tales, o deportar a Cuba a los que no soliciten el trámite.
Las autoridades locales están obligadas brindar apoyo a los migrantes mientras permanecen bajo la supervisión de la agencia de control fronterizo. Sin embargo, como no cuentan con un centro de detención para inmigrantes que cumpla con "estándares de derechos humanos", han decidido alojarlos en libertad, pero monitoreados.
No obstante, los dispositivos de monitoreo pueden ser manipulados o removidos sin que el centro de llamadas al 911 se percate de inmediato, lo que permite a los migrantes salir de las islas.
Existe un antecedente de noviembre de 2020, cuando 14 cubanos escaparon de Islas Caimán y fueron rescatados en un bote cinco días después por la Armada de México, en Cancún.
Los funcionarios aseguran que la tecnología de monitoreo electrónico que emplean y los procedimientos operativos utilizados por el DPSC funcionan de manera efectiva, a pesar del incidente.
Customs & Border Control (CBC) dijo que actualmente trabaja con las agencias asociadas, incluida la Royal Cayman Islands Police Service (RCIPS), la Guardia Costera y el Department of Public Safety Communications (DPSC) para investigar el incidente y localizar a los migrantes.
En los últimos meses, ha crecido la cifra de balseros cubanos que parten rumbo a Estados Unidos y son interceptados por la Guardia Costera de EE.UU. o por patrullas fronterizas de otros países de la zona.
El propio servicio costero estadounidense, ante el incremento de las migraciones desde la isla, ha desaconsejado a los cubanos los viajes por vía marítima, no solo por evitar tragedias, sino debido a las altas probabilidades de ser deportados a su país y que su peligroso viaje resulte en vano.
Recientemente, el Capitán de Corbeta Mario Gil, enlace de los Guardacostas de EE.UU. con la Embajada de es país en La Habana, pidió expresamente a los cubanos no adentrarse en el mar con embarcaciones rústicas porque ponen en peligro sus vidas y las consecuencias pueden ser fatales.
El pasado viernes, un nuevo grupo de balseros cubanos fue interceptado por la Guardia Costera de Estados Unidos (USCG) cuando navegaban cerca de Anguilla Cay, en Bahamas. Los migrantes fueron entregados a las autoridades de Nassau tras ser rescatados.
Hace algunas semanas fueron arrestados cuatro hombres del sur de Florida que enfrentan cargos vinculados al contrabando humano.
El Gobierno de Cuba, por su parte, responsabilizó a EE.UU. del aumento de migrantes a través de una declaración hecha por el Ministerio de Relaciones Exteriores, en la que aseguró que el aumento del flujo migratorio está determinado por el cierre de las operaciones consulares de Estados Unidos en La Habana.
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