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El grupo empresarial de biotecnología nacional BioCubaFarma produjo el primer lote de 150 mil dosis de Soberana 02, uno de los candidatos vacunales cubanos contra el Covid-19, informó la ACN.
La producción industrial del fármaco es uno de los requisitos para comenzar la Fase III de ensayos clínicos de la vacuna, la cual comenzará en el próximo mes de marzo, dijeron las autoridades.
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La fase 3 también incluirá la vacunación de 42 mil personas en la provincia de La Habana, como parte de las pruebas finales para autorizar la producción masiva de la vacuna.
“Soberana 02 está basada en la unión covalente del RBD (Dominio de Unión del Receptor) con toxoide tetánico”, explicó la ACN, y es el proyecto cubano más avanzado de vacuna contra el coronavirus, en comparación con su homólogas nacionales Soberana 01, Soberana 02, Abdala y Mambisa.
Las 150 mil dosis fueron producidas por la planta de Parenterales del Centro Nacional de Biopreparados (Biocen), perteneciente al Grupo Empresarial de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba (BioCubaFarma), que publicó imágenes y videos en Twitter del proceso de fabricación.
En diciembre de 2020, Soberana 02 comenzó la Fase II de ensayos clínicos con casi 900 voluntarios, muestra que, según las autoridades, ofreció resultados positivos.
En enero de 2021, el gobierno de la isla anunció que se estaba preparando para producir 100 millones de dosis de su vacuna contra el coronavirus, y aclaró que se trataba de Soberana 02, la única con resultados hasta ahora.
“Estamos reorganizando nuestras capacidades productivas porque realmente tenemos mucha demanda de la vacuna y tenemos que prepararnos”, dijo en una conferencia de prensa el director del Instituto Finlay de Vacunas, Vicente Vérez.
Sin embargo, estas aspiraciones fueron cuestionadas por un antiguo representante de la Organización Mundial de la Salud en la isla, José Luis DiFabio, quien dudó que Cuba tuviera la capacidad para, en medio de la crisis económica, comprar suficientes viales para esa elevada cantidad de dosis.
DiFabio añadió que Cuba tiene dificultades para adquirir equipos nuevos y para obtener piezas de recambio y mantenimiento de los que ya posee.
Mientras que Gerardo Guillén, un científico que trabaja en el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), reveló que el país no ha podido adquirir la materia prima y el equipo requeridos, incluyendo los espectrómetros, usados para el control de calidad de las dosis.
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