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Trabajadores de la industria azucarera en Holguín mostraron preocupación porque al finalizar enero no cobraron el salario mínimo que establecen las nuevas regulaciones económicas en Cuba.
"¿Cómo se supone que pueda costear mis gastos básicos con 684 pesos si solo en el comedor se depositan al mes entre 300 y 450 pesos, sin contar la electricidad, el agua y la canasta del mes?", dijo Jorge Reyes Ochoa, trabajador de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Atención a Productores Agropecuarios Loynaz Hechavarría, de Cueto, en una carta dirigida al periódico oficialista Juventud Rebelde.
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Según les explicaron, el salario de enero correspondería a la tasa anterior al inicio del ordenamiento económico y, por tanto, ninguno de los productores recibiría una nómina que se ajuste al salario mínimo de 1.500 pesos que estableció el gobierno cubano a partir de 2021.
Sin embargo, Reyes Ochoa supo que el personal de las oficinas si cobró según la nueva escala salarial.
"¿Por qué se nos paga a nosotros por la tasa antigua y al personal de oficina por la nueva, si supuestamente no había llegado aún a la empresa?", se preguntó el cubano.
En su misiva, Reyes Ochoa se mostró también preocupado porque, al igual que otros compañeros de trabajo, entiende que si la productividad en la empresa no es suficiente es lógico que sea imposible pagar salarios más elevados, pero en este caso no es por culpa del colectivo.
Los tres pelotones de esa UEB trabajan muchas veces la mitad del mes (incluso, menos) porque no hay combustible, fertilizantes o los equipos están rotos debido a la carencia de piezas de repuesto.
"Yo estoy muy de acuerdo en que no se nos pague si es por ineficiencia nuestra, pero no por motivos totalmente ajenos al colectivo. Y en la misma situación, o peor, están los pelotones cañeros de nueva tecnología de la empresa", agregó Reyes Ochoa.
La llamada "tarea ordenamiento" se ha convertido en un problema salarial para algunos productores cubanos, que ante la incapacidad de incrementar sus cultivos y con el alza de los precios de los alimentos en el mercado, ven imposible sufragar todos los gastos que conlleva la obtención de cultivos.
En la capital cubana los trabajadores de un organopónico y una finca de Habana del Este se quejaron porque no cobraron el salario mínimo, luego de que los nuevos precios y el tope estatal a la comercialización de producciones agrícolas se convirtiera en un problema para ellos
A partir de la última reforma salarial en Cuba, se estableció una escala por grupos en los que cobrarían entre 2.100 y 2.415 pesos aquellos que trabajan en las áreas de servicios, y en contraste recibirán nóminas de entre 4.610 y 9.510 pesos los cuadros administrativos, gobernadores y jefes de asambleas municipales.
El economista cubano Pedro Monreal analizó los datos oficiales y reveló que el 48.6% de los trabajadores estatales se encuentran en el grupo de salarios más bajos, lo que hace "poco probable" la efectividad del diseño que busca evitar la inflación económica, porque existe una ausencia de la oferta en el mercado nacional.
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