El médico cubano Raúl Durán Verdecia culpa al mandatario cubano Miguel Díaz Canel por la muerte de su madre en la isla, presumiblemente de un infarto.
En una publicación de Facebook, el doctor Durán refiere que su madre estaba “infartada en un policlínico sin recursos” y que la ambulancia llegó demasiado tarde “después de 2 horas de haber fallecido”.
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En una captura de un mensaje privado compartida en la misma publicación, alguien le asegura que el personal médico del policlínico hizo todo lo posible por salvarla, “le dieron toda la atención que pudieron y entró en paro.” Seguidamente, llamaron al Sistema Integrado de Urgencias Médicas (SIUM) para trasladarla al hospital.
En conversación con el doctor Durán, refiere que su mamá “se sentía mal, tuvo un mareo y un vómito y la llevaron al policlínico. Cuando llegó tuvo un desmayo, activaron el servicio de ambulancia pero nunca llegó.” Por eso culpa a las autoridades de la isla de la muerte de su madre. Cree que la falta de recursos en los centros de salud pública cubanos impidió que su madre pudiera recibir los primeros auxilios que tal vez hubieran hecho la diferencia entre la vida y la muerte.
"Yo estoy seguro que si la ambulancia llega en tiempo con un desfibrilador y con los medicamentos que necesitaba mi mamá, estuviera viva hoy,” dijo en un mensaje de WhatsApp. El doctor, que ha ejercido en Cuba y en Brasil, dijo saber bien cómo funciona el sistema de Salud Pública en la Isla y sostiene que “a mi mamá me la dejaron morir.”
En una transmisión en vivo, Raúl se dirigió a Díaz Canel: “Yo perdí a mi mamá hoy. Este video es para ti…, 3 años sin yo poder darle un abrazo a mi mamá, la perdí hoy, me acaban de avisar ahora…ustedes tienen que pagarla, compadre. Esto no tiene perdón”, dice el doctor entre lágrimas.
Raúl Durán Verdecia es uno de los doctores que decidieron quedarse en Brasil tras la salida de Cuba del programa Mais Médicos en 2018. Desde entonces vive en ese país suramericano y, como al resto de sus colegas que deciden rescindir su contrato laboral en el exterior, el gobierno cubano le prohíbe regresar a Cuba por un periodo no menor de ocho años.
Son muchas las historias de profesionales cubanos que no han podido dar un último adiós a sus familiares en Cuba, sólo porque una normativa legal que jamás ha sido publicada, los castiga con destierro y separación familiar por abandonar un contrato de trabajo.
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