El viernes pasado, durante una de sus directas en CiberCuba, la comunicadora Iliana Hernández propuso hacer una última cola, la cola de la libertad de Cuba. Y ese fue el tema abordado ayer por Las Mañanas, el espacio de debate de esta casa, conducido por la periodista Tania Costa, de lunes a viernes, desde las doce del mediodía (hora de Cuba).
La tertulia de ayer se centró no sólo en la necesidad de hacer esa última cola, ante la imposibilidad de ejercer en Cuba derechos humanos fundamentales como el de reunión y asociación; sino también en un tema medular: dónde y cuándo debe empezar esa cola de la libertad.
En opinión de Iliana Hernández, "esa última cola puede empezar en una tienda MLC", que es una cola que suele durar unas 12 horas, pero hay que organizarlo con cautela para evitar que la Seguridad del Estado aborte la iniciativa, aclaró.
En todo caso, la huelguista de San Isidro cree que ahora de lo que se trata es de difundir la propuesta por todo el país para que hasta en las montañas de Cuba se hable de la necesidad de hacer la última cola, la cola de la libertad. "No sé cuándo será, pero será pronto", dijo.
En un plano más simbólico, el escritor Michael H. Miranda, cree que esa cola de la libertad ya empezó con el Movimiento San Isidro, que ha devuelto la ilusión y ha conectado a cubanos de dentro y fuera de la Isla.
Para el autor del libro "Los acuartelados de San isidro", Arsenio Rodríguez Quintana, es importante entender que el Gobierno cubano mantiene entretenida a la población con las colas desde los años ochenta cuando no había escasez como ahora.
Él está convencido de que a cola se ha convertido en Cuba en un elemento disuasorio para que la gente no piense en reclamar derechos, por eso ve con buenos ojos que ese caballo de Troya utilizado por los países ex comunistas de Europa del Este sea utilizado para conseguir la libertad de Cuba.
Por último, la activista Gretell Salermo explicó que ha creado de manera altruista una web para vender camisetas con el logo de la cola de la libertad. Su intención es recaudar fondos que ayuden a pagar la defensa de los activistas que son detenidos arbitrariamente en Cuba.
Ella, personalmente, ha enviado un mensaje a los agentes de la Seguridad del Estado y a los policías cubanos para que se sumen a la cola de la libertad porque ellos también saldrán ganando con la democratización de Cuba.
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