Vídeos relacionados:
El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel reconoció fallos en la respuesta institucional al coronavirus e irresponsabilidades en el comportamiento de viajeros y familias que no supieron guardar las cuarentenas domiciliarias establecidas por las autoridades de salud.
“¿Por qué nos pasó eso si siempre dijimos que la nueva normalidad implicaba más responsabilidad institucional, la cual nos ha fallado; y más responsabilidad personal y familiar, que también ha fallado?”, preguntó el mandatario en una reunión con diferentes órganos de gobierno de la provincia Villa Clara y ministros del ejecutivo.
Lo más leído hoy:
Durante la misma, Díaz-Canel evaluó la situación epidemiológica del país y la implementación de la "tarea ordenamiento", sobre todo en lo relacionado con la producción de alimentos y el enfrentamiento a coleros, revendedores y acaparadores.
En cuanto al control del COVID-19, Díaz-Canel no apuntó directamente a responsables, pero dejó entrever que fallaron los protocolos diseñados, fundamentalmente en lo relativo al “control riguroso, desde la atención primaria, sobre el comportamiento de la familia y los viajeros que arribaban”.
“Se sabía que había que preparar a la familia, para que supiera qué comportamiento seguir en los casos de ingresos domiciliarios. Eso, ¿por qué no se cumplió?”, preguntó el mandatario. Ni la pedagogía, ni la política de endurecimiento de sanciones han conseguido contener el crecimiento de los contagios en las últimas semanas.
Este martes, las autoridades sanitarias de Cuba reportaron un nuevo récord en los diagnósticos diarios de la enfermedad con 786 casos y tres personas fallecidas por coronavirus, confirmando así la gravedad de la situación en el país, cuya curva de contagio no para de crecer.
Se trata de la primera vez que se alcanza un número de contagios superior a 700. El récord anterior se reportó el 17 de enero con 650 nuevos contagiados. Asimismo, el doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología, calificó la cifra de pacientes activos de este martes como "la más elevada", con 4.665 casos por primera vez.
Durante su reporte del pasado domingo, día que el número de nuevos contagios superó los 600, el Dr. Durán alertó de los resultados de un estudio que indican que, desde el pasado 15 de noviembre (fecha que se toma de referencia por la apertura e incremento de llegadas de viajeros), el 51,5% de los nuevos casos detectados están vinculados a viajeros internacionales.
No obstante, Durán aseguró que, teniendo en cuenta contactos de primer y segundo nivel, en la realidad ese porciento ascendería a un 70-80% de los casos a partir de la fecha señalada. En este sentido, afirmó, “no supimos cumplir con los protocolos establecidos para la llegada de viajeros”, y de ahí las consecuencias actuales.
Esta situación de llegada de viajeros e incumplimiento de los protocolos ha echado por tierra los “logros del país” en el control inicial de la pandemia, lamentó el Dr. Durán. No obstante, reconoció que también incide en el aumento de los contagios las deficiencias y demoras en los resultados de los test aplicados.
La apertura de los aeropuertos y de la actividad turística, tan necesaria para las maltrechas arcas del gobierno cubano, han disparado el número de contagios en la isla. Hasta entonces, Cuba mantenía unos niveles bajos de incidencia del virus, a pesar de las diarias aglomeraciones en colas para comprar alimentos y productos de primera necesidad.
Ahora las autoridades cubanas se preguntan qué falló en su estrategia para frenar la propagación del coronavirus y señalan como principales errores la responsabilidad familiar e institucional, aunque no queda claro qué pasó ni quienes son los responsables de los fallos de esta última.
A finales del verano, los expertos de todo el mundo coincidían en anunciar la llegada de una segunda ola y una tercera para después de Navidades. Aunque la apertura y la reanudación de la actividad económico se impuso como realidad sobre los confinamientos masivos, lo cierto es que los pronósticos se cumplieron y el virus ha incrementado su presencia mundial. Quizás la apertura de Cuba a viajeros internacionales y los protocolos establecidos para ello deban formar parte de la reflexión que ahora hacen las autoridades del país.
Archivado en: