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El presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, deja el cargo con el peor índice de aprobación para un primer mandato en la historia de la nación, según una encuesta de la Universidad de Quinnipiac en Hamden, Connecticut.
El sondeo revela que el índice de aprobación de Trump es del 33%, mientras que su desaprobación es del 60%, un resultado que parece haber sido influenciado por los disturbios del Capitolio el pasado 6 de enero.
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En fechas anteriores, Trump tenía un nivel de aceptación del 44% frente al de reprobación del 53%, y el porcentaje no fue significativamente diferente del 45% antes de las elecciones.
Un promedio de encuestas de los últimos días encuentra a Trump con un 38% de aprobación y un 59% de desaprobación.
Los datos más recientes indican una disminución de más de 5 puntos desde las elecciones, pero los sucesos de Washington, que dejaron un saldo de cinco muertes, incluyendo oficiales de la policía, parecen haber pegado un giro en la proyección del mandatario.
También la aprobación de Trump entre los republicanos se ha reducido a 75% en la encuesta promedio realizada la semana pasada. Por lo general, está entre los 80 y mediados de los 90. Fue del 95% en la encuesta de salida de las elecciones generales.
A diferencia de Trump, la mayoría de los presidentes aprecian un aumento en su índice de aprobación luego de su candidatura para un segundo mandato. El presidente promedio ha terminado su primer mandato desde Franklin D. Roosevelt con un índice de aprobación de apenas el 60%.
Incluso, los presidentes que no tienen éxito en sus intentos por un segundo mandato, a menudo obtienen aumentos, señala CNN.
Antes de Trump, el índice de aprobación más bajo anterior para un presidente al final de su administración pertenecía a Jimmy Carter, quien sigue siendo el único mandatario, además de Trump, que terminó su primer gobierno con un índice de aprobación por debajo del 50%.
Trump ha pasado meses negándose a ceder ante el presidente electo Joe Biden, a pesar de los resultados de los comicios, que el mandatario saliente rechaza bajo la acusación de un fraude masivo.
El 6 de enero se certificaban oficialmente los votos en el Capitolio de Estados Unidos, dando como ganador y próximo presidente del país al demócrata Biden, quien asumirá el cargo el próximo miércoles.
Sin embargo, ese día decenas de partidarios de Trump irrumpieron en el edificio violentamente, incitados por el discurso del presidente que constantemente ha llamado a sus seguidores a no aceptar los resultados electorales, a pesar de que no existen pruebas contundentes de un proceso engañoso.
Fiscales estatales de Arizona afirmaron recientemente que tienen pruebas sólidas de que los asaltantes del Capitolio planeaban capturar y asesinar a miembros del Congreso, aunque posteriormente se retractaron.
El pasado miércoles, la Cámara de Representantes de Estados Unidos votó a favor de un segundo juicio a Trump bajo el cargo de “incitación a la insurrección”.
Se trata de otro hito en la polémica carrera del líder republicano, pues representa igualmente la primera vez en la historia de la nación norteamericana en que un presidente enfrenta dos procesos de destitución durante su mandato.
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