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La policía de Surinam detuvo a 16 ciudadanos cubanos que particparon en los incidentes en la frontera con Guyana, según informaron autoridades de ese país.
El coronel Jerry Slinjgard, jefe del Centro Nacional de Coordinación para la Gestión de Desastres (NCCR), dio la información en conversación con medios locales donde actualizó el estado de la situación que llevó a la evacuación forzosa de un campamento de migrantes cubanos en la frontera.
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Slinjgard dijo que sospechan que los detenidos fueran los líderes de los incidentes ocurridos en diciembre, aunque había sido advertido de que en el grupo también podían haber encarcelado a “personas inocentes”, pues no todos los arrestados se declararon “líderes” durante el juicio.
Los 16 estuvieron bajo custodia tras la redada de las autoridades en la que desalojaron el campamento ubicado en South Drain, Nickerie, donde se encontraban más de 200 cubanos. No obstante, hasta ese momento, su condición de prisión era “provisional”.
El jefe del NCCR también dijo que los otros cubanos, los dos centenares que habían sido trasladados a una base militar en la región de Zanderij, “habían recibido un buen trato” y que se sentían arrepentidos por la situación.
Luego de completar el registro que habían iniciado en Nickerie, las autoridades trasladaron a los detenidos a la ciudad, bajo un régimen de libertad supervisada con la policía, pues alegan que los cubanos “eran residentes en Surinam y tenían donde quedarse”. A partir de ese momento, deberían presentarse en horarios establecidos en las delegaciones policiales para chequear su status.
En diciembre, un grupo de más de 200 cubanos se encontraba en la zona fronteriza de South Drain, con el objetivo de tomar un ferry que les permitiera ingresar en Guyana. La frontera estaba cerrada producto de las complicaciones derivadas de la crisis del COVID-19, pero los antillanos se negaron a marcharse del lugar y establecieron un campamento.
Acorde a la versión presentada por las autoridades locales, intentaron disuadirlos de mantenerse allí, a lo que los cubanos respondieron con un “ultimátum”, diciendo que si en dos horas no los dejaban abordar el ferry, lo harían “por la fuerza”. Cuando se acercó la hora de cumplimiento, y al no recibir comunicación del campamento, decidieron desalojarlo y arrestar a “los cabecillas”.
Luego del desalojo y arresto de los supuestos líderes, la policía comenzó un registro donde ocupó “objetos filosos” en posesión de varios miembros del grupo.
Sin embargo, los cubanos han contado una versión donde las autoridades intentaron hacerles firmar un papel donde se comprometían a dejar la caravana y regresar a sus hogares. También denunciarin ser víctimas de la violencia por parte de las autoridades de ese país.
Muchos de ellos mostraron imágenes de los golpes que recibieron y contaron que durante la detención los Policías los golpearon incluso con los cabos de sus armas.
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