Vídeos relacionados:
Como cada 17 de diciembre, cientos de cubanos acudieron al Rincón de San Lázaro en Hialeah a darle las gracias o hacerle alguna petición al santo.
Desde el miércoles, vísperas de la celebración, los devotos del ‘Viejo’ comenzaron a llegar al pequeño Santuario, ubicado en el 1190 E 4 Ave en Hialeah, así como a la Iglesia Rincón de San Lázaro, situada en el 17390 SW 200 St de Miami.
Lo más leído hoy:
“Queridos feligreses, familia y fieles del Rincón de San Lázaro, a cabo de las 9:00 am, hoy, 16 de diciembre empezamos la víspera y vigilia de San Lázaro”, anunció el Rincón en su muro de Facebook.
“Nuestra feligresía en ascenso es motivo de la obra de expansión en el suroeste del condado Miami Dade (17390 SW 200 ST) para servirles. Que Dios y San Lázaro los bendiga”, añadió.
El coronavirus no ha impedido que los cientos de creyentes de la comunidad cubana en Florida celebren el día de San Lázaro.
Portando mascarillas protectoras y guardando la distancia de seguridad, los fieles llegaron masivamente a honrar al santo. Muchos dieron gracias por su intercesión en algún milagro o deseo concedido; otros aprovecharon la jornada para hacerle una petición de sanación, en un año en que una enfermedad inesperada ha causado la muerte de miles de personas en todo el mundo.
No pocos cumplieron la habitual práctica de llevarle velas u otras ofrendas para honrarlo.
Por otra parte, este año la pandemia obligó a adoptar disposiciones especiales para evitar nuevos contagios de COVID-19.
“Dolorosamente, una de las medidas más tristes es que no vamos a tener misa y nos vamos a tener santa procesión”, explicó el sacerdote del Rincón, Orlando Molina, a América TeVe.
“Nos duele mucho, pero está de por medio primera la salud de nuestros fieles”, añadió.
Mientras esto sucedió en Miami, en La Habana miles de personas fueron al Santuario del Rincón, en Santiago de Las Vegas, unos para cumplir antiguas promesas, otros para pedir salud y progreso para el año que está próximo a comenzar, luego de un 2020 especialmente duro para el pueblo cubano.
Ni siquiera la pandemia de coronavirus frenó a los devotos del santo en la capital cubana. Como es habitual por estas fechas, en esta ocasión se pudo ver a personas con discapacidad, a otras arrastradas por la calle o avanzando de rodillas hacia la iglesia, y algunos cargando enormes piedras como símbolo de penitencia.
La diferencia con años anteriores es que una vez en el lugar, antes de entrar al templo los expertos sanitarios tomaban la temperatura de los fieles.
Archivado en: