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El Centro de Estudio y Reflexión sobre el Mundo Francófono (Cermf) ha pedido hoy al Gobierno de Guyana que abra las puertas a los migrantes cubanos que pretenden llegar en caravana, atravesando fronteras, hasta los Estados Unidos.
En un comunicado, el Cermf, un think tank independiente creado en 1901, hizo un llamamiento a las autoridades guyanesas para que faciliten la llegada e integración de los migrantes cubanos que se encuentran actualmente en Surinam, a la espera de cruzar por Nickerie, a unos 200 kilómetros al oeste de la capital Paramaribo, atravesando en ferry el río Corantijn. Esta conexión marítima de momento está paralizada por la pandemia.
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Consciente de que los 10 mil kilómetros que separan Surinam de la frontera de Estados Unidos son sumamente peligrosos, la institución plantea la posibilidad de que el Gobierno de Guyana pueda ofrecer "una alternativa segura" a los emigrantes cubanos.
"De este modo, podrían unirse a las numerosas comunidades extranjeras que residen en Guyana y, a su vez, contribuir al desarrollo de este departamento francés de ultramar, el territorio más rico de América del Sur", señaló en el comunicado Ilyes Zouari, presidente del Centro de Estudio y Reflexión sobre el Mundo Francófono.
Un total de 367 cubanos (236 hombres, 118 mujeres y 10 niños) y tres dominicanos (1 hombre y dos mujeres) permanecen acampados en el muelle de Nickerie a la espera de cruzar hacia Guyana. Estaba previsto que el servicio de ferry se reanudara este sábado 12 de diciembre, sin embargo, según la prensa local, eso no ocurrirá.
El ministro de Obras Públicas de Guyana, Juan Edghill, ya ha dicho al periódico Waterkant.net que la conexión por ferry queda interrumpida de manera indefinida hasta que se resuelva la situación de los migrantes cubanos que quieren llegar a EE.UU. Además, añadió que los gobiernos de Guyana y Surinam están trabajando para resolver el conflicto.
Para este viernes está previsto que se reúnan directivos de la empresa Canawaima Ferry Inc y del Comité de Gestión de Canawaima de los dos países para evaluar la situación.
El encuentro se producirá después del contacto que mantuvieron el pasado lunes el embajador cubano en Guyana, Narciso Reinaldo Amador Socorro, y el secretario de Estado de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional de Guyana, Hugh Todd.
El pasado sábado, el embajador de Cuba en Surinam, Igor Azcuy, ya avanzó la disposición de Cuba a recibir a los cubanos que se han plantado en la frontera con Guyana, si Surinam se decide a deportarlos. También se abrió a la posibilidad de recibir a quienes opten por el retorno voluntario.
De momento, la situación de los cubanos plantados en Nickerie, cerca de la frontera con Guyana está bajo control según informó hoy la web Srherald.com.
En la zona donde han acampado se están distribuyendo alimentos, agua y utensilios de cocina. Además, las autoridades de Nickerie junto al Centro Nacional de Coordinación para la Gestión de Desastres han levantado una carpa médica con ambulancia disponible.
Un ex politíco de Surinam, Rachied Doekhie, cree que los cubanos han traído el caos a Nickerie y propone identificar a los cabecillas porque, en su opinión, han engañado a quienes los secundan.
Según recoge el Dbsuriname.com, los migrantes procedentes de Cuba llegaron a la frontera con Guyana en autobuses y entre ellos hay un líder, un responsable de logística y un intérprete, lo que significaría que están organizados.
Asimismo, exigen al Gobierno de Cuba que asuma su responsabilidad y envíe un avión a recoger a sus nacionales acampados en la frontera de Surinam.
Ahora mismo el tema está encallado porque aunque se retomara el servicio de ferry, Guyana no quiere a los cubanos en su territorio y ha desplegado efectivos militares en su frontera. Por su parte, los migrantes cubanos tampoco quieren quedarse en Guyana sino seguir camino hacia los Estados Unidos.
Una parte de la opinión pública en Surinam se opone al plante de los cubanos porque consideran que están incumpliendo las medidas de prevención del coronavirus y esto no se ve con buenos ojos entre los habitantes de Nickerie, donde se han instalado. De ahí que se alcen voces en el país pidiendo a Surinam la intervención y el desalojo de la zona.
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