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Más de un millar de cubanos están este miércoles en pie de guerra en Surinam. Tenían previsto salir este 1ro de diciembre en caravana hacia Estados Unidos, pero las autoridades locales lo impiden.
Una persona cercana a la caravana ha asegurado a este diario que previsiblemente atravesarán Guyana el próximo día 12, pero esa información no ha podido ser contrastada. "Anoche les dijeron que les dejarían marcharse hoy y no ha sido así", comenta a CiberCuba.
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Este miércoles los 1.200 cubanos que se han sumado a la caravana que pretende recorrer más de 10 mil kilómetros para pedir asilo político en Estados Unidos han protagonizado una sentada en la zona donde deberían haber abordado un ferry hacia Guyana.
Uno de los cubanos reunidos ha escalado una torre de altura considerable para llamar la atención de las autoridades, pero lo único que consiguió fue que los militares de Surinam rodearan la concentración de migrantes cubanos.
"El Gobierno está jugando con ellos. El embajador cubano Azcuy (Igor Azcuy) está en complot con las autoridades de aquí", señalan las mismas fuentes que creen que Cuba está entorpeciendo la caravana hacia Estados Unidos.
De momento, los cubanos permanecen "trancados en el ferry", por lo que no pueden iniciar un trayecto con el que querían hacer historia porque nadie ha recorrido con tanta gente una distancia similar a la que pretenden recorrer desde Surinam hasta la frontera de EE.UU.
Los más de 1.200 cubanos que se han sumado a la aventura, entre los que hay mujeres y niños, tuvieron el viernes pasado un enfrentamiento con las autoridades sanitarias del país que se negaron a hacerles las pruebas PCR para evitar contratiempos al atravesar Guyana en medio de la pandemia del coronavirus.
Los migrantes cubanos se marchan de Surinam ante la crisis económica que sacude el país. Según han comentado a CiberCuba no tienen dinero para pagar renta, comer y tener una vida digna.
"De que nos vamos, nos vamos" o "Hasta el yuma no paramos" fueron algunos de los reclamos que se escucharon el viernes en un centro de salud de Surinam, donde las autoridades sanitarias del país se negaron a realizar los tests o pruebas PCR a los migrantes cubanos que se quejan de ser discriminados ya que, según aseguran, las pruebas son gratuitas para los ciudadanos de este país.
Los médicos de Surinam sólo accedieron a ponerle la vacuna de la fiebre amarilla a un grupo reducido de menores de edad, que forman parte de la caravana.
Testigos de lo vivido el pasado viernes acusan a los profesionales sanitarios de pedirles dinero y comida a cambio de la PCR y afirman que muchos de ellos cayeron en la estafa.
En un primer momento eran sólo 700 cubanos los que pretendían llegar en caravana a los Estados Unidos, pero en cuanto se corrió la voz, cada vez son más los migrantes que están dispuestos a correr el riesgo para llegar a EE.UU. cruzando fronteras.
Éste no es el primer amago de caravana multitudinaria de cubanos que amenaza con dirigirse hacia los Estados Unidos. En agosto pasado más de 200 residentes en Costa Rica intentaron marcharse de ese país, pero terminaron hacinados en campamentos insalubres en la frontera con Nicaragua.
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