En los últimos días, funcionarios del sector de la cultura en Cuba han tratado de desprestigiar al líder del Movimiento San Isidro, Luis Manuel Otero Alcántara, alegando que no es un artista, sino un mero provocador al servicio de grupos contrarrevolucionarios de Estados Unidos.
Al parecer, la dictadura ha olvidado que hasta hace muy pocos años, Otero Alcántara llegó a integrar las filas de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y de la Asociación Cubana de Artesanos y Artistas (ACAA), entidades estatales a las que solo pueden pertenecen personas con conocimientos y dominio de alguna manifestación artística.
Norges Rodríguez, director del medio independiente Yucabyte, mostró en su muro de Facebook fotos de los carnés que acreditaban al artista plástico como miembro de ambas asociaciones.
“La dictadura ha intentado desacreditar a Luis Manuel Otero Alcántara. Aseguraron, entre otras cosas, que no es artista en horario estelar de la TV. No es artista, pero el régimen permitió que fuera miembro de la Asociación Cubana de Artesanos y Artistas y de la Asociación Hermanos Saiz. ¿Por qué?”, cuestionó Rodríguez.
“Al parecer no es artista ahora. En 2012 El Caimán Barbudo se refería a él como ‘un artista de la plástica’, y en 2015 lo hacía La Ventana de Casa de las Américas”, recordó.
Diversas publicaciones refrendan la labor de Otero como un artista que llegó incluso a exhibir su obra en espacios estatales destinados a ello, como las galerías Ambos Mundos y Luz y Oficios, de La Habana Vieja.
En 2012, la revista El Caimán Barbudo lo entrevistó, a raíz de una muestra suya en la Galería Luz y Oficios.
En la entrevista, titulada Arte pirata en La Habana, la periodista Yadira de Armas Rodríguez lo definía como “un artista de formación autodidacta que ya alcanza cierto reconocimiento en el circuito artístico de la ciudad” y decía que su exposición sorprendía por su naturaleza.
“Integrada por piezas escultóricas y dibujos, además de una videodocumentación, donde por vez primera el artista presenta intervenciones realizadas en diversos espacios públicos de la ciudad. Las obras de este creador evidencian su amplio dominio técnico, producto de la constante experimentación que lo caracteriza”, describió la reportera.
También en 2012 Caimán Barbudo publicó otro artículo sobre Otero Alcántara acerca de su exposición Resistencia y reciclaje en el Centro Provincial de Artes Plásticas.
Tres años después La ventana, portal web informativo de la Casa de las Américas, se hacía eco de un performance que Otero tituló Wellcome to Yumas, en el cual se vistió de bailarina de Tropicana durante la Bienal de La Habana.
“El joven artista visual Luis Manuel Otero Alcántara ha decidido 'lanzarse' en esta Bienal de La Habana como un travesti que cuestiona el deseo; que lo trastoca y lo exhibe particularmente como un deseo político frente al peligro de nuevas colonialidades”, rezaba el texto.
“El travestismo de Luis Manuel es puramente ideológico, pues a través de su bailarina nos ofrece, más que una opinión, una preocupación carnavalizada que oculta y complejiza su verdadera posición ante el histórico desencuentro que parece comenzar a revertirse a partir del 17 de diciembre del 2014 entre Cuba y los Estados Unidos”, rezaba el artículo.
Diversas emisoras de radio promovieron la obra del artista plástico que ahora el régimen pretende echar en el saco del olvido.
En 2015 Habana Radio, de la Oficina del Historiador de la Ciudad, divulgó una exposición colectiva nombrada Nota al pie en la que él participaba, la cual se montó en la Galería Espacio Abierto, sita en la sede de la revista Revolución y Cultura, en el Vedado.
Al año siguiente, Otero participó en la muestra La madre de todas las artes, que se expuso en el Centro Wilfredo Lam, según reportó Radio Metropolitana.
Por su parte Radio Enciclopedia, emisora nacional, divulgó la muestra Asume que vas a pagar, en la Galería Luz y Oficios, de la que formaban parte las “frescas propuestas” del joven artista, según la información.
Pese a los esfuerzos del Gobierno cubano, numerosos especialistas, curadores, críticos y periodistas han valorado la importancia de la obra de Luis Manuel Otero.
Algunos de sus testimonios fueron recogidos en marzo de este año por Rialta, una organización mexicana sin ánimo de lucro que promueve las artes y la cultura.
“Luis Manuel se ha convertido en un ruido, una voz disonante y libre, dentro de un ambiente tan opresivo y complaciente. (...) Con la criminalización de su figura, se busca despojarlo de su condición de artista, para procesarlo como un vulgar delincuente”, dijo Abel Sierra Madero, investigador.
“Irreverente e inquieto, Luisma es un artista que busca su asidero junto a los cubanos de a pie, los acompaña en sus risas y lamentaciones. No sólo hace preguntas, él busca caminos, soluciones con sus obras, un arte comprometido con su tiempo y centrado en las necesidades populares. Es un caballo salvaje que no va a ser domado nunca por ninguna doctrina, ni imposición gubernamental. Su arte es su herramienta de expresión inconforme”, expresó Adonis Milán, director teatral y realizador audiovisual.
Luis Manuel Otero se encuentra en este momento retenido contra su voluntad en el hospital Manuel Fajardo de La Habana, donde continúa su huelga de hambre en protesta por el encarcelamiento del rapero Denis Solís, condenado a ocho meses de prisión por un supuesto delito de desacato.
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