La propaganda cubana no parece enterada de los "acuerdos" conseguidos entre los más de 400 artistas cubanos que se solidarizaron con el Movimiento San Isidro y los representantes del Ministerio de Cultura, que se comprometieron este viernes a iniciar un "proceso de diálogo" y a interesarse por la situación del rapero Denis Solís y el "artivista" Luis Manuel Otero Alcántara, entre otros puntos.
En un "programa especial" sobre el Movimiento San Isidro, emitido ayer por la noche durante la franja de máxima audiencia en la TV cubana, varios voceros y "expertos" del régimen reiteraron la versión oficial que ya se había divulgado esta semana en blog y webs oficialistas.
Al unísono, toda la prensa estatal (Cubadebate, Granma y Juventud Rebelde, entre otros medios) publicaron artículos con versiones convenientemente editadas de los hechos y la trayectoria del Movimiento, y calificaron a sus integrantes de"antisociales" y "provocadores" al servicio de Estados Unidos.
"Hay un grupo empeñado en lastimar a un país. Hay gente haciendo todo para que este año, marcado por las angustias de una pandemia mezclada con las mil vueltas de tuerca que ha experimentado el bloqueo, termine mal para Cuba", arranca el editorial de Cubadebate, citado línea por línea en la TV.
"Bajo el paraguas del arte, del presunto vínculo de algunos de ellos con actividades intelectuales y artísticas, ese grupo lo ha intentado todo: enlodar la bandera, dañar el patrimonio, burlar la ley, provocar a las autoridades, violar normas y protocolos sanitarios, distraer a los que aportan, 'hacer explotar la olla', como han llegado a escribir sus hinchas desde la otra orilla", continúa el texto.
El programa televisivo, cuya voz cantante la llevó el joven periodista Lázaro Manuel Alonso, presentó diversos videos suministrados por la Seguridad del Estado y entrevistó como "especialistas" y "politólogos" a connotados propagandistas del régimen, como Enrique Ubieta, el abogado Humberto López o el "especialista en Medios de Comunicación" Javier Gómez Sánchez, que intentaron descalificar los reclamos del Movimiento San Isidro y presentarlos como parte de una conjura vinculada al intento de una "revolución de colores" en La Habana.
Ante las cámaras, el abogado López aseguró que el proceso contra el rapero Denis Solís se había apegado al debido proceso, insistió en que el inculpado por desacato no había apelado la sentencia y dejó abierto el resultado de la petición de habeas corpus, presentada por varios integrantes del Movimiento San Isidro.
En la versión oficial no se mencionó que la irrupción del agente policial en casa de Solís, convenientemente editada, había sido sin permiso del residente.
Sólo al final, la emisión televisiva aludió a la concentración de numerosos artistas e intelectuales cubanos ante las puertas del Ministerio de Cultura, en solidaridad con los activistas desalojados el día anterior del local de Damas 955.
En una ostensible contradicción con la primera parte del programa, dedicada a presentar la huelga de hambre y las acciones de los activistas del Movimiento San Isidro como una "farsa" de provocadores "anticubanos", el viceministro de Cultura Fernando Rojas fue entrevistado para que contara los detalles de su encuentro con representantes de los artistas congregados a las puerta del MINCULT.
En una prudentísima intervención, apegada a unas notas, Rojas dio detalles del diálogo sostenido dentro del Ministerio, lo calificó de "constructivo" y enumeró varios de los acuerdos conseguidos, incluyendo la intercesión por los denostados Solís y Otero.
"No es lo habitual que tengamos que reaccionar a una petición formulada de esa manera", dijo el viceministro. "Y con 'de esa manera' quiero decir con personas que esperan por una reunión donde había, por supuesto, una gran diversidad de personas (...), y donde junto con las preocupaciones específicas sobre los temas que se han estado explicando en este programa había también otras vinculadas a las relaciones de las instituciones culturales con los artistas", añadió.
La intervención de Rojas trató de presentar la espontánea y masiva protesta a las puertas del Ministerio como parte de un proceso de diálogo institucional y la relacionó con reuniones y debates previos, incluido uno sobre el Decreto 349, que, reiteró, no se ha implementado hasta el momento.
"Lo peculiar fue la presentación de personas y el tiempo que demoramos en organizar la reunión porque el ministro de Cultura no estaba en el organismo", agregó el viceministro.
También calificó de "distorsión por parte de algunas personas y medios" las denuncias y evidencias sobre la vigilancia policial de la protesta y la represión con gas pimienta de varios de los artistas que intentaban sumarse a la manifestación.
En otro momento de su intervención, Rojas presentó la presencia en la protesta y en el posterior diálogo del actor Jorge Perugorría y del cineasta Fernando Pérez como "personas que se habían ofrecido" al gobierno "para participar y contribuir a la resolución de los planteamientos", cosas que al menos el propio Pérez ya ha desmentido en las redes sociales.
A la pregunta "¿Quiere decir que el premio Nacional de cine Fernando Pérez y Jorge Perugorría fueron convocados por ustedes?", Rojas respondió evasivamente: "Quiero decir que nos pusimos de acuerdo en eso, que tuvieron una disposición de motu propio o espontánea para contribuir a la discusión, y a nosotros nos pareció bien, y a las personas reunidas con nosotros también".
"Me veo precisado a aclarar que mi participación en ese evento fue igualmente espontánea, sin coordinación previa con dicho ministerio, como se podría malinterpretar en esa emisión", ha dicho Pérez a través de la cuenta de Facebook de su amiga, la cantante Haydée Milanés.
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