Un cubano que está solicitando asilo político en Guayana Francesa logró que un juez oyera su petición para impedir el desmantelamiento del campamento de emigrantes donde reside, situado en Cayena, la capital del país.
Según un reporte de AFP, el pasado 15 de septiembre la senadora Marie-Laure Phiner-Horth, entonces alcaldesa, decretó desalojar el lugar.
La orden fue suspendida a principios de noviembre por un magistrado del tribunal administrativo, basado en una “una seria duda”.
La solicitud de alivio provisional fue establecida por un cubano, con el apoyo de Comede y Médecins du Monde. El demandante “entró en Francia el 12 de septiembre de 2020 para solicitar asilo” y presenta una frágil salud.
Según el documento emitido por el juez, el decreto anti-campamento de Phiner-Horth solo se refería a una “instalación recurrente de un campamento salvaje”, sin aportar elementos que justificaran posibles “riesgos para la seguridad, la salud pública y las alteraciones del orden público”.
El texto subraya que la alcaldesa de Cayena se excedió en sus facultades por haber tomado “una medida desproporcionadas con el objetivo de seguridad perseguido (...) como para crear serias dudas sobre la legalidad de la orden”.
El ayuntamiento había respondido a la demanda del emigrante cubano, invocando “los decretos de la prefectura que prohíben las reuniones de más de seis personas” por la pandemia de coronavirus, y alegando que era demandante quien debía “solicitar la aplicación de las disposiciones relativas al alojamiento de los solicitantes de asilo”.
La ciudad también aportó informes de la Policía Municipal que constataban “la presencia de unas pocas personas durmiendo en el suelo y mencionando, sin mayores detalles, las molestias de ruido, medio ambiente y tranquilidad pública que deploran los vecinos”.
Por su parte la abogada del demandante dijo a la AFP que la suspensión del decreto de desalojo es válida para todos y no caso por caso.
“Se presentó una sola solicitud a nombre de un litigante cubano que constantemente era expulsado, en base a este decreto, de sus improvisados refugios”, señaló.
Alrededor de 50 cubanos que salieron de su país con el objetivo de llegar a Estados Unidos malviven en la indigencia en Guayana Francesa, mientras aguardan por la respuesta a su solicitud de asilo político.
El grupo, entre los que se encuentran varios niños, sobrevive gracias a la solidaridad de compatriotas o nacionales, debido a la saturación del sistema de alojamiento de emergencia.
Los migrantes se instalaron hace varios meses en sitios públicos de Cayena, como la playa de Buzaré y la Avenida de Estrée. Hasta que no sean regularizados no podrán encontrar un trabajo.
Guayana francesa es parte del territorio francés de ultramar y aplica la legislación de Francia, Estado signatario de los acuerdos de Ginebra del 28 de julio de 1951, relativos al estatuto de los refugiados.
La organización que procesa los casos de asilo en el país sudamericano es la Oficina Francesa de Protección a Refugiados y Expatriados (OFPRA, según sus siglas en francés).
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