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Un grupo de ciudadanos cubanos que salieron del país con la idea llegar a Estados Unidos viven en condiciones de total indigencia en Cayena, capital de Guayana Francesa, mientras esperan la respuesta a su solicitud de asilo político.
Alrededor de 50 emigrantes, entre los que se encuentran varios niños, sobreviven gracias a la solidaridad de compatriotas o nacionales, debido a que el sistema de alojamiento de emergencia local, sobrecargado durante la pandemia de coronavirus, no tiene capacidades disponibles.
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Un reportaje de la1ere.france revela que llegaron al país sudamericano hace algo más de 20 días. Por la escasez de hospedaje a menudo se han visto forzados a dormir en el suelo, tal como reconoce la Cruz Roja.
Entre ellos están dos mujeres, pareja sentimental, que arribaron hace 24 días y desde entonces están durmiendo en la calle, justo frente al edificio de la Cruz Roja, mientras esperan por la tramitación de sus casos.
Según su testimonio, huyeron de Cuba debido a que no podían formalizar legalmente su unión homosexual.
“Somos tratados como criminales, realmente como criminales, mal vistos por el resto de la sociedad. Dejamos este país para ser libres, para que nuestro amor sea aceptado y no sea maltratado como lo somos en Cuba. Porque allí se maltrata a las personas LGBT, no aquí”, subrayó una de las mujeres, cuya identidad no fue revelada.
De acuerdo a la información, los servicios de inmigración deben darles respuesta a su caso a finales de octubre.
No muy lejos de ellas, en la avenue d'Estrée, un matrimonio con sus dos hijos pernocta a la intemperie desde hace tres días. Estuvieron seis meses en la vecina Surinam y ya agotaron todos sus recursos económicos.
“No tenemos dónde dormir, nuestra hija está ahí en la calle, dormimos en el suelo”, dijo el cabeza de familia.
El hombre relató que en La Habana, donde residían antes de emigrar, era considerado un disidente por las autoridades del régimen y por ello estuvo en varias ocasiones en la cárcel, donde sufrió abusos por parte de los guardias.
“Me amenazaron diciéndome que si decía cosas que no debía decir, que si hablaba mal del gobierno cubano me iban a volver a encarcelar. Inventan patrones. Me pegaron mucho en la cárcel, la policía, me cortaron, me cortaron”, afirmó.
Por su parte Benoit Renollet, director regional de la Cruz Roja Francesa, reconoció que efectivamente están enfrentando una llegada de cubanos al territorio que les ha supuesto nuevos retos.
“Actualmente hay unas 50 personas registradas, una treintena ya han sido acomodadas en la emergencia de Cruz Roja. Pero por el momento los lugares están saturados. Los recién llegados realmente plantean preguntas: qué destino podremos reservarles, qué solución podremos poner en práctica en este contexto particular...”, detalló.
Según la publicación, los servicios estatales de la Oficina Francesa para la Protección de Refugiados y Apátridas (OFPRA) son los encargados de analizar una por una las solicitudes de asilo.
Las decisiones toman en cuenta tanto el país de origen como los antecedentes de cada persona, por lo que algunos cubanos podrían no ser elegibles.
Por el momento, las autoridades del departamento de ultramar francés aseguran que están tratando de dar solución de alojamiento a estas personas, tras haber dejado atrás el pico de la pandemia.
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