Dos turistas canadienses que arribaron en septiembre al Aeropuerto Internacional Jardines del Rey, en Cayo Coco, Ciego de Ávila, dieron positivo al coronavirus.
La noticia fue dada a conocer este viernes por el diario local Invasor, el cual asegura que “en lo que va de octubre todos los turistas han resultado negativos”.
El citado medio indica que hasta la fecha han arribado a ese aeropuerto 1 402 pasajeros y de ellos solo han sido positivas al virus dos viajeras, según datos del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología.
La publicación no precisa si fueron referidas como "casos importados" en alguno de los partes oficiales del MINSAP del mes pasado, ni tampoco aclara si todavía permanecen en Cuba o ya regresaron a Canadá.
Las dos pasajeras estaban asintomáticas, “por lo que hubo que esperar el resultado del PCR-RT para diagnosticarlas”, añade el diario avileño, que no precisa la edad de las turistas, aunque sí afirma que “ninguna de las dos generó cadenas de contagio, por lo que es posible asegurar que se cumplieron a cabalidad los protocolos sanitarios”.
El aeropuerto Jardines del Rey recibió el 4 de septiembre el primer vuelo comercial procedente de Canadá desde el cierre de fronteras a finales de marzo.
Protocolo de Actuación en los aeropuertos cubanos
Autoridades de Salud Pública y del Ministerio de Turismo de Cuba llevan semanas aludiendo al Protocolo de Actuación en Control Sanitario Internacional (CSI), que registra la información relacionada con el número de vuelos, horarios, el Listado Adelantado de Pasajeros y los tripulantes de las naves.
El protocolo cubano dispone de tres líneas de vigilancia epidemiológica. La primera solicita la declaración general de la aeronave tras su aterrizaje e interroga a la tripulación sobre incidentes de salud durante el viaje. Una vez que los pasajeros desembarcan se aplican soluciones cloradas o alcohólicas en las manos en la primera "estación de desinfección".
La segunda línea de vigilancia epidemiológica está el salón de inmigración, donde una enfermera y el técnico del escáner corporal toman la temperatura y buscan signos o síntomas de enfermedad como sudoración profusa, disnea, tos, palidez, decaimiento, rash o lesiones en la piel, entre otros. Es en ese momento es que revisan y recogen las Declaraciones de Sanidad del Viajero.
A continuación se toman muestras a los pasajeros y tripulantes para la prueba PCR-RT, y los viajeros pasan a las taquillas de inmigración.
En el caso de que se detecte a un pasajero o tripulante con cualquier síntoma se traslada al Local de Aislamiento Temporal, para su examen físico y evaluación.
La tercera línea de vigilancia está ubicada después de la primera línea de Aduana, donde el personal médico vuelve a tomar la temperatura corporal a los pasajeros, les pregunta por su estado de salud y procedencia. En ese momento se les entrega la Tarjeta de Advertencia, que indica la obligación de presentarse ante el médico de la familia o su área de Salud antes de las 48 horas, en el caso de los nacionales, y los equipos médicos de los hoteles, en el caso de los turistas.
Por último, los pasajeros pasan a las áreas de despacho de equipaje y los canales de la Aduana para su salida de la terminal aérea. La citada metodología se aplica ya en los nueve aeropuertos internacionales abiertos desde mediados de este mes en el país.
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