El Senado de Estados Unidos votó este lunes para confirmar a la jueza Amy Coney Barrett en la Corte Suprema, instaurando así una mayoría conservadora (6-3) en el máximo tribunal.
La votación estuvo bastante reñida, con 52 votos a favor de Coney Barrett y 48 en contra, entre ellos el de la senadora republicana Susan Collins, de Maine, que se pasó al lado de los demócratas en esta decisión, en un desesperado intento por la reelección.
Coney Barrett es el tercer nombramiento de un juez a la Corte Suprema realizado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo cual brinda, además, una oportunidad histórica al Partido Republicano de cumplir con la promesa de nombramientos vitalicios en ese órgano para prolongar una agenda conservadora.
El Senado, que tiene una mayoría republicana, convirtió el voto de este lunes en uno de los procedimientos de nominación más rápidos de las últimas décadas, tras la muerte de la reconocida jueza e ícono liberal Ruth Bader Ginsburg en septiembre último.
Coney Barrett, de 48 años, es crítica del fallo con el que el Tribunal Supremo de Justicia legalizó el aborto en 1973, contraria al Obamacare, defensora de la Segunda Enmienda (que protege el derecho a portar armas) y religiosa declarada.
La jueza nació en Nueva Orleans, estudió en el colegio St. Mary's Dominican High School y es madre de siete hijos, dos de ellos adoptados en Haití. Está casada con otro jurista, Jesse Barrett, exfiscal que ahora trabaja en el sector privado.
Coney Barrett se convertirá en la quinta mujer que desempeña su función en el Tribunal Supremo y en la más joven de la Corte actual.
Su presidente, John Roberts, administrará el juramento judicial a Coney Barrett el martes en la Corte Suprema de Estados Unidos.
La ceremonia privada tendrá lugar en la Sala de Conferencias Este, y más adelante se llevará a cabo una ceremonia de investidura más formal.
"Tras la administración de ese juramento, podrá comenzar a participar en el trabajo de la Corte", anunció el máximo órgano de justicia de EE.UU. en un comunicado de prensa.
La candidata demócrata a la vicepresidencia, Kamala Harris, dijo en Twitter que los republicanos "negaron la voluntad del pueblo estadounidense" al votar por la jueza Amy Coney Barrett.
"Hoy, los republicanos negaron la voluntad del pueblo estadounidense al confirmar una jueza de la Corte Suprema a través de un proceso ilegítimo, todo en su esfuerzo por desmantelar la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio y despojar la atención médica de millones con afecciones preexistentes. No olvidaremos esto", tuiteó.
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