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A diferencia del primer debate de hace un mes, donde los candidatos a la presidencia de EE.UU. polemizaron agriamente ante las cámaras, interrumpiéndose constantemente, el de este jueves fue un debate tenso pero clásico y civilizado, en el que tanto el demócrata Joe Biden como el presidente Trump se dedicaron a no cometer errores y reforzar sus posiciones.
Trump y Biden se encontraron en la Universidad de Belmont, en Nashville (Tennessee), a 12 días de la cita en las urnas para pelear por los últimos votos indecisos, azuzar a los seguidores que no tienen claro si acudir a las urnas o desmovilizar a sus adversarios.
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Presionado por las encuestas en contra, Trump aprovechó la primera oportunidad que tuvo para prometer la aprobación de una vacuna anti-Covid19 "en semanas".
"No es una garantía, estará para finales de año, pero creo que hay una alta probabilidad que dos farmacéuticas (la tengan) en cuestión de semanas y creo que se distribuirá de forma muy rápida", aseguró el presidente.
Biden, por su parte, ennegreció el panorama esperanzador pintado por Trump y alertó de un "invierno oscuro" con la pandemia desatada.
“No creo que vayamos hacia un invierno oscuro, hemos aprendido mucho de la enfermedad”, insistió Trump, que defendió que como líder de EE.UU. no puede “encerrarse en el sótano” y justificó así que contrajera la enfermedad. “El 99% de la gente se recupera”, afirmó. “El responsable de semejante cifra de muertos no debería seguir siendo presidente de EE.UU.”, afirmó Biden, que afeó a Trump que dijera que la gente está “aprendiendo” a vivir con el virus.
Uno de los momentos más tensos del cara a cara fue sobre política exterior, cuando el debate derivó en señalamientos mutuos corrupción, conflictos de intereses y pagos provenientes de Gobiernos extranjeros.
Trump atacó directamente a su rival por los negocios de su hijo, Hunter Biden, en Ucrania. El hijo del candidato demócrata fue contratado por una compañía gasista ucrania, Burisma, con un sueldo de oro en la época en la que su padre era vicepresidente de la Administración de Obama. El fichaje despertó recelos y críticas, pero ni la justicia ucrania ni una investigación de los republicanos en el Congreso halló indicios de que ese trato hubiese influido en la política de Washington hacia Kiev. Pese a ello, Trump vincula los hechos con una veta corrupta (“Su hijo no tuvo un trabajo en su vida y en cuanto él es vicepresidente lo contratan”, dijo), y acusó a Biden de haber recibido pagos de Rusia y haber facilitado negocios para sus hermanos en sitios como Irak.
"El que se metió en problemas en Ucrania fue este (Trump), que intentó sobornar al Gobierno ucraniano para que dijera algo negativo sobre mí, lo que no hicieron", afirmó Biden respecto al episodio que ocasionó el juicio político contra el presidente.
"Esto es un montón de basura", reiteró el demócrata después de que Trump insistiese en que Biden es "un político corrupto" que se hace pasar por un "inocente bebé".
Esta vez, en cada bloque temático, los candidatos podían hacer su exposición inicial, de dos minutos, sin interrupción porque los organizadores apagaban el micrófono del contrario. Los comentaristas han elogiado a la moderadora, Kristen Welker, la corresponsal de la cadena NBC en la Casa Blanca, que llevó el debate con sobrio equilibrio y mantuvo serenos los ánimos.
Aun así, la velada dejó frases para la historia, como cuando el republicano dijo: “Nadie ha hecho más por la comunidad negra que Donald Trump, con la posible excepción de Abraham Lincoln [el presidente que terminó con la esclavitud]”. Biden se mofó poco después. “Este Abraham Lincoln que tenemos aquí...”. En inmigración, Trump sacó su versión más dura cuando la moderadora le preguntó por los 545 niños separados de sus padres en la frontera que no pueden reunirse porque no encuentran a los progenitores. Trump replicó que a los menores los trae “gente mala” y denunció la llegada de “asesinos y violadores”. Biden, por su parte, prometió una reforma para regularizar a 11 millones de inmigrantes indocumentados.
"¿Quién construyó las jaulas, Joe?" preguntó Trump, refiriéndose a los recintos donde los niños migrantes no acompañados fueron detenidos durante la administración Obama-Biden. El exvicepresidente ripostó que la administración Trump había ido más allá al separar familias y que la práctica era "criminal".
“Imagínense que han ganado las elecciones. ¿Qué dirían en su toma de posesión a los estadounidenses que no le votaron?”, lanzó como última pregunta Welker. “El éxito nos unirá”, auguró Trump, que se presentó como el único candidato capaz de reconstruir la economía y llevarla al punto en el que estaba antes de que llegara “la plaga”, como se refiere a la pandemia. “Los representaré a todos, votarais por mí o no, y los representaré a todos”, aseguró Biden, que prometió elegir “la ciencia y no la ficción”, “la esperanza, y no el miedo”.
En resumen,Trump logró transmitir su mensaje de forma más presidencial, algo que le habían recomendado sus asesores después del debate virulento de septiembre, mientras que Biden se defendió mejor de lo habitual.
Tuvo, sin embargo, un patinazo en el tema de las energías renovables, dando pie a que Trump afirmase que Biden quiere prohibir el fracking o dice lo que la gente quiere oír.
Si Biden gana, dijo Trump, "no vamos a tener fracking. Vamos a dejar de hacer fracking".
La fracturación hidráulica, conocida en inglés como fracking, es una práctica que se utiliza para aprovechar las reservas profundas de gas natural. Es un tema crítico en estados como Pensilvania, donde la práctica ha traído prosperidad económica a varias áreas antes empobrecidas. También es controvertido porque muchos de los productos químicos utilizados en el proceso son tóxicos para los humanos y han causado problemas de salud en las poblaciones cercanas a los campos de explotación.
Biden ha dicho repetidamente que no prohibirá el fracking, aunque las políticas que ha publicado piden que no se realice ningún nuevo en tierras federales.
Su política también permite que continúe el fracking existente en tierras federales, y se permita en tierras de propiedad privada.
Sin embargo, el demócrata también ha pedido emisiones netas de carbono cero para 2050, un plan que incluiría una desviación sistemática del uso de combustibles fósiles, lo que tiene implicaciones para el fracking. No ha dicho explícitamente cómo o cuándo ese alejamiento de los combustibles fósiles afectaría al fracking, pero Trump ha utilizado la propuesta para decirle a la audiencia que su oponente quiere prohibir el fracking ahora, debilitando su posición en Pensilvania, un estado en disputa.
Trump defendió su decisión de retirarse del Acuerdo Climático de París, diciendo que no "sacrificaría decenas de millones de empleos, miles y miles de empresas" por el acuerdo. También le preguntó directamente a su rival si cerraría la industria petrolera.
"Yo haría una transición de la industria petrolera, sí", dijo Biden, y agregó, "porque la industria petrolera contamina significativamente".
"Básicamente, lo que está diciendo es que va a destruir la industria petrolera", replicó Trump. "¿Te acordarás de eso, Texas? ¿Te acordarás de eso, Pensilvania, Oklahoma, Ohio?", dijo el presidente, en una clara alusión a ciertos estados donde necesita reforzar su posición.
Como era de esperar, ambos candidatos acusaron a su rival de promesas incumplidas mientras estaban en el cargo.
Biden criticó a su oponente por sus promesas de elaborar un plan de salud para reemplazar la Ley de Cuidado de Salud Asequible de Obama. Trump había estado hablando de hacer tal movimiento durante años, pero "nunca se le ocurrió un plan", dijo el demócrata.
El presidente, por su parte, se burló de la inactividad de Biden mientras estaba en el cargo.
"Sigues hablando de todas estas cosas que vas a hacer... pero estuviste allí hace poco tiempo y no hicieron nada", dijo.
"Joe, me postulé por ti. Me postulé por Barack Obama, porque tú hiciste un mal trabajo", aseguró.
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