El vice primer ministro y titular del Ministerio de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, aseguró ayer en el programa Mesa Redonda que las tiendas en dólares son una medida provisional aunque ni él mismo es capaz de aventurarse a decir cuánto van a durar.
"Es una medida transitoria, que se ajusta al contexto actual y es necesaria pero no deseable, que está cumpliendo un objetivo ajustado al momento que está viviendo el país", enfatizó.
Según dijo, las tiendas en MLC a las que sólo pueden acceder los cubanos que tienen dólares, se abrieron con la intención de sustituir el mercado paralelo que se sustenta en los viajes que personas naturales venían haciendo al extranjero para comprar productos que luego vendían a precios más asequibles que los del Estado y no se podían encontrar en los comercios de titularidad estatal en pesos cubanos o en CUC.
Después de muchos años tolerando esta práctica, el Gobierno cubano se dio cuenta de que esos dólares se estaban escapando al exterior.
Durante su intervención, el ministro de Economía recalcó hasta el cansancio que los establecimientos en los que sólo se puede pagar en dólares no irán a más. "No se concibe que a futuro estemos ampliando e incrementando las tiendas en MLC", apuntó.
Sin embargo esta misma semana hemos sabido que a los complejos comerciales autorizados a vender en dólares en La Habana (3ra y 70, Prado 20, Náutico, La Copa y La Cubana), se sumaron las tiendas de Carlos III, en la avenida Salvador Allende, de Centro Habana.
Aún así, Alejandro Gil descartó que la economía del país vaya hacia una dolarización progresiva y aseguró que el Gobierno se ha marcado el objetivo de que el país trabaje en pesos cubanos. De manera que las tiendas MLC sean sólo "un mal necesario" que ya les está dando resultados, avanzó.
"Esto una situación excepcional", señaló en referencia a la crisis económica global provocada por el coronavirus y la apertura de las tiendas MLC.
"Un mal necesario", reconoce el ministro
El ministro empleó gran parte de su intervención en justificar los motivos que han llevado al gobernante Partido Comunista de Cuba a vender productos de primera necesidad en una moneda (dólares) que no se corresponde con la que reciben los trabajadores (pesos cubanos) como pago a su aportación a la economía cubana.
"Nos permite captar divisas que estaban saliendo del país; permite reaprovisionar los mercados con estos recursos y drenar una parte de esos recursos para proveer las tiendas en CUC y la industrial nacional", concluyó.
Dice el ministro de Economía cubano que los primeros síntomas del desabastecimiento crónico que vive el país los empezaron a notar a finales del año pasado cuando empezó la escasez del combustible (se refiere, sin mencionarlo al petróleo que llega al país de Venezuela y también al descenso en la llegada de turistas debido a las sanciones de Estados Unidos, que tuvieron su impacto en el número de cruceros que recalaban en la Isla.
Fue en ese momento y no en otro cuando en Cuba, según Gil Fernández, el desabastecimiento se hizo patente en las tiendas del país y en esa situación lo normal es que la gente busque vías alternativas (viajes para hacer compras en el extranjero) para conseguir lo que no le vende el Estado.
Fue en este contexto donde un grupo de trabajo creado decidió que la necesidad de abrir tiendas en MLC para mantener una oferta legal en el país de productos en dólares, que hasta ese momento se vendían en tiendas en CUC y MLC.
Otra de las supuestas ventajas de estos comercios con precios excesivos y desligados del salario medio en el país es conseguir recaudar divisas para "conectar" la industrial local con la demanda de esos productos que se venden en USD. Citó, por ejemplo, la reactivación de industrias como la del montaje de splits o motos eléctricas.
Y una tercera fortaleza de esa medida ampliamente criticada es la utilización de parte de lo recaudado para financiar el abastecimiento de las tiendas en CUC.
Esta explicación debería bastar, según dio a entender el ministro, para que los cubanos entiendan que no estamos en una situación normal ya que las fronteras del país permanecen cerradas desde el 24 de marzo y han bajado sustancialmente los ingresos por exportaciones. A esto le añadió el estribillo del "recrudecimiento del bloqueo", sin aclarar que de enero a mayo de este año, Cuba importó pollo y otros productos de Estados Unidos por 81.6 millones de dólares..
Las tiendas MLC abrieron a finales de 2019 para la venta de equipos electrodomésticos, motos y piezas de autos. Esa medida coyuntural se amplió a mediados de julio pasado a la venta de alimentos y productos de perfumería. De momento no tienen fecha de caducidad.
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