Manuel Guerra, el médico que se solidarizó con su colega holguinero, expulsado de la beca en Las Tunas por opinar sobre política en Facebook, ha ido a visitar a una familia que permanece en huelga de hambre con sus hijos, menores de edad, en el portal del Obispado de Holguín, ubicado en la calle Martí 136, entre Pepe Torres y Máximo Gómez.
La familia Miranda Leyva buscó refugio a la sombra de Monseñor Emilio Aranguren (Santa Clara, 2 de septiembre de 1950) luego de que su casa fuera vandalizada en Holguín por miembros de milicias paramilitares afines al Gobierno cubano y conocidas como Brigadas de Acción Rápida, sin que la Policía Nacional Revolucionaria interviniera para impedirlo.
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El doctor Manuel Guerra acudió este lunes a la sede del Obispado de Holguín, donde esta familia duerme desde el sábado junto a sus hijos de 12 y 13 años sin que el prelado haya ofrecido agua a los niños que, incluso bajo la lluvia, permanecen en el portal de la sede episcopal holguinera.
En la foto de la visita, compartida en Facebook, el doctor Guerra y la familia Miranda Leyva posan haciendo una L con sus dedos índice y pulgar en alusión a la palabra "Liberación".
Los halagos a la valentía del médico Manuel Guerra se repitieron en el post de Facebook que reseña su visita al Obispado con frases que aludían a que por fin alguien se atreve a enfrentar las consecuencias que este tipo de solidaridad tiene en Cuba. "Bravo", "Excelente labor" o "Eres un ejemplo de dignidad", le escribieron bajo la foto que se hizo con la familia en huelga de hambre.
¿Quién es el doctor Manuel Guerra?
El doctor Manuel Guerra (11 de diciembre de 1993) se define como "100x100 anticomunista" y ha reprochado desde las redes sociales que el ejercicio de la Medicina en Cuba esté condicionado por "ideas retrógradas dictatoriales, basadas en una ideología cateta".
Sin miedo a las represalias, Guerra ha sido, de momento, el único cubano que ha dado públicamente la cara, desde la Isla, por el médico Alexander Raúl Pupo Peña, que ha perdido su alojamiento en la residencia estudiantil de Las Tunas tras denunciar la pobreza en Cuba, la sumisión del pueblo cubano o la forma de vida de la clase dirigente del Partido Comunista.
"Ha sido doloroso para mí ver cómo desmoronan tus sueños hermano mío, ver cómo intentan amedrentar tu integridad y tus principios solo por el simple hecho de no pensar según lo establecido por una élite gubernamental que en vez de preocuparse por el bienestar de su pueblo, enfoca su poderío en intentar silenciarlo", escribió el doctor Guerra en Facebook.
También en esta red social se ha manifestado en contra de la lluvia de multas de 2 mil y 3 mil pesos que cae sobre toda Cuba en plena pandemia. "Entonces podemos o no podemos expresar lo que pensamos? Y las multas de 3000.00 CUP por exponer que las colas son endémicas de este país cómo las justifican ahora? Solo una palabra... hipocresía".
¿Qué ha hecho la Iglesia católica?
Fuentes cercanas a la familia Miranda Leyva, en huelga de hambre en el portal del Obispado de Holguín, han asegurado que Monseñor Aranguren llamó a la Policía para que los desalojaran de la calle Martí 136.
Monseñor Emilio Aranguren fue nombrado presidente de la Conferencia Episcopal de Cuba en noviembre de 2017 por un mandato de tres años, que acaba en este 2020. Desde 2005 esta al frente del Obispado de Holguín, que abarca esta provincia y gran parte de Las Tunas. Sus decisiones representan, por tanto, la postura de la Iglesia católica en la Isla.
El obispo de Holguín ha sido, además, secretario de la Conferencia Episcopal durante 14 años y ha formado parte de su Comisión Permanente desde su ordenación episcopal hace 26 años.
Él defiende "una Iglesia de la escucha recíproca en la cual cada uno tiene algo que aprender: pueblo fiel, colegio episcopal, obispo de Roma. Los unos escuchando a los otros, y todos a la escucha del Espíritu Santo", según recogió la Revista Ecclesia a raíz de su nombramiento como presidente de la Conferencia Episcopal Cubana.
CiberCuba se ha puesto en contacto con el Obispado de Holguín en busca de una explicación a su política de puertas cerradas. En el momento de publicar esta información no había recibido respuestas.
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