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El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, recibió hoy en Moscú al viceprimer ministro cubano, Ricardo Cabrisas. En sus palabras de bienvenida expresó que ambos países se encuentran "en el lado correcto de la Historia", según informó el ministerio de exteriores ruso.
Rusia y Cuba comparten los mismos principios del derecho internacional e ideales de justicia, manifestó Lavrov. Ambas naciones “pertenecen al grupo de países con ideas afines que defienden el derecho internacional (…) ante todo, en lo referente a la cooperación en igualdad de derechos de todos los Estados, la soberanía, integridad territorial y no injerencia", afirmó.
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Según el jefe de la diplomacia rusa, estos ideales son compartidos por la mayoría de los países de la comunidad internacional. Es a través de ellos que los Gobiernos abogan por la solución pacífica y diplomática de los conflictos sin la aplicación de medidas coercitivas, sean sanciones u otras restricciones ilegales.
"En este sentido, Rusia y Cuba están en el lado correcto de la Historia", recalcó. Por su parte, Cabrisas confirmó que "Rusia y Cuba están de un solo lado, luchando por los ideales de sus procesos en relación a los derechos de los pueblos, la multilateralidad, las libertades y el desarrollo".
La diplomacia de ambos socios está plagada de declaraciones como esta, pero la "verdadera asociación estratégica" que destacó el canciller ruso no es solo una cuestión de principios e ideales. La “intensa agenda” de Cabrisas, entre otros temas, responde a la necesidad de nuevos plazos del régimen cubano para cumplir sus obligaciones de deuda con Moscú.
Por ese motivo, Cabrisas transmitió "un mensaje de confianza" a Rusia, con la información "clara y precisa del momento económico que vive Cuba", debido al embargo impuesto a la nación caribeña por Estados Unidos y la pandemia del nuevo coronavirus.
En su reunión la semana pasada con la presidenta del parlamento ruso, Cabrisas advirtió que su país tiene dificultades para cumplir las obligaciones con Rusia, aunque afirmó que La Habana confía en cumplir sus compromisos en un futuro y afirmó que "estamos convencidos de que saldremos adelante".
Por su parte Lavrov declaró que, ante las presiones de Estados Unidos, "Rusia siempre está dispuesta a brindar el apoyo necesario a nuestro socio estratégico y amigo, la República de Cuba". Un apoyo que en los últimos tiempos se traduce en acuerdos para condonar y reajustar las deudas, así como acceder a inversiones y nuevas fuentes de financiación, y que en el lenguaje diplomático de ambos países se denomina “cooperación económica”.
Sin embargo, a pesar del habitual tono de camaradería entre los representantes de ambos gobiernos, esta “cooperación económica” pasa por horas bajas. La pandemia y los resultados electorales que han apartado del poder a varios aliados regionales, sumado a la crisis de Venezuela, hacen que se estrechen los márgenes para esta cooperación.
Serguéi Lavrov declaró que Moscú condena el recrudecimiento del embargo estadounidense contra Cuba, una política que por sus declaraciones podría ubicarse en el lado incorrecto de la Historia.
Afirmaciones de este tipo, en las que el ser humano traslada sus creencias a un plano de validez histórica y universal, han dado sustancia a múltiples debates en la filosofía. Pero el discurso político no está para sutilezas filosóficas.
En el ámbito en que se mueven Cabrisas y Lavrov, lo importante es mantener en marcha la ideología que fundamenta la oposición de ambos regímenes a ese lado de la historia "equivocado" que promueve derechos y libertades, y que les afea como totalitario su comunismo idealizado.
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