Una cubana denunció en redes sociales este sábado que una tía suya no recibió atenciones en el policlínico de Boyeros luego de sufrir quemaduras, debido a que en el centro no había personal médico disponible para atenderla.
“Esto es a lo que se le llama potencia médica. Aquí, en Cuba, mi tía se quemó y fue al policlínico de Boyeros a que la atendieran y caminando porque no hay transporte y, como mismo fue, tuvo que virar, porque no había médico que la pudiera atender”, lamentó en Facebook.
“Sabemos que tenemos problemas por lo de la pandemia del coronavirus, pero, señores, hay que priorizar también al paciente que llegue con otro problema que no sea coronavirus. Si es algo grave, se muere el paciente”, recalcó.
“Parece mentira que sí haya médicos para mandar para otros países y para nuestro pueblo, en los policlínicos, no haya un médico para atender. Después llamamos a esto potencia médica”, subrayó. En uno de los comentarios, explica que la mujer sufrió las quemaduras después de que le explotara una cafetera.
“Por eso es que Cuba va para atrás, Cuba potencia médica. Potencia médica mis C******. No hay ni un médico en los policlínicos, ni en los hospitales, pero si hay bastantes médicos para mandar para afuera”, escribió un usuario a la publicación.
“Yo llevo rato con dolor de oído y ayer me mandaron para el Calixto García, y yo me pregunto en qué me voy para el Calixto si no hay guaguas y alquilar un carro en estos momentos me puede costar 20cuc o más. ¡Esto es una gran basura y yo todavía no sé hasta cuándo vamos a seguir aguantando!”, expresó otra usuaria.
En medio de la crisis sanitaria por el coronavirus y el desplome del turismo internacional, el régimen de La Habana ha recurrido a las misiones médicas internacionales como una vía para obtener ingresos. Solo a Venezuela han sido enviados miles de galenos para ayudar a contener el brote en esa nación.
Esto significa, sin embargo, una reducción del personal de salud disponible en la isla, así como de los recursos, de la cual han dado fe varios testimonios. Las dificultades crecen para quienes necesitan de estos servicios más allá del cuidado ante la pandemia. Recientemente, otra cubana denunció que su abuela de 92 años pasó horas en estado grave en un policlínico de La Habana esperando por una ambulancia para poder ser trasladada al hospital.
“Esto se llama negligencia médica, busquen un carro del Partido o de lo que sea y muévanse con mi abuela”, dijo. Cuando llamó al SIUM para saber cuándo iba a llegar la ambulancia, según refirió, le dijeron que la única prioridad en estos momentos era relacionada con el Covid-19.
“¿Entonces lo demás no importamos para nada? ¿Los demás nos morimos? Esto no es ninguna potencia médica”, sostuvo. La situación con el transporte, obliga a muchos a resolver por sus propios medios de la manera que puedan, sin embargo, esto a veces crea una disyuntiva, pues al hacerlo la población se arriesga además a violar las regulaciones establecidas por las autoridades para frenar la propagación del coronavirus.
En abril, una madre cubana recibió una multa de 150 pesos de parte de la policía, cuando se dirigía al policlínico a vacunar a su hija de cinco meses. Ella explicó que la sanción le fue impuesta a pesar de llevar consigo una autorización de su doctora, que presuntamente le permitiría pasar por el punto de control en una moto, ahorrándose una caminata de 2 kilómetros a riesgo de contagiarse en el transcurso de la misma.
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