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El periódico oficialista Granma, siempre pendiente de todos los males del mundo menos de los de Cuba, publica esto sobre Estados Unidos: “Sanders: Trump juega al golf mientras el pueblo padece hambruna”.
En Granma, que hilan fino aunque diga 'directo' en la sección, citan a Bernie Sanders en la edición impresa de este lunes a partir de la televisión estatal de la dictadura de Irán, HispanTV... con la de veces que roban de medios de EE.UU., pero no, ellos buscan fuentes afines, adoctrinadas, en su línea de mirar al techo roto de otros, jamás al suyo.
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“Probablemente Trump no sepa que, mientras juega al golf con sus amigos multimillonarios, millones de estadounidenses desempleados avanzan hacia la hambruna y a quedarse sin hogar”, escribió el demócrata en Twitter.
¿Cuándo los medios estatales de Cuba se van a preocupar así por los cubanos que viven allá adentro y pasan tremenda hambre? ¿Por qué los cubanos que vivimos en el capitalismo, ya sea en EE.UU., España o cualquier otro rincón nos preocupamos más por los nuestros que quienes supuestamente son “la voz del pueblo cubano”? ¿En serio, no les da vergüenza salir con estas y otras noticias con lo que sucede dentro de Cuba? ¿Tan poca empatía tienen con su propia gente? ¿Tan poco valemos los cubanos para quienes informan desde el gobierno?
No recuerdo ningún titular en el aparato propagandístico del régimen cubano cuando Mariela Castro saboreó la langosta en La Habana. Tampoco cuando salieron las fotos de Raúl Guillermo Rodríguez, más conocido como “El Cangrejo” y nietísimo de Raúl Castro, con dos peloteros disfrutando de un banquete en un yate. Mucho menos de la comelata del gobernante designado Miguel Díaz-Canel y su esposa Lis Cuesta en su casa.
Sí me acuerdo del mute al respecto en el monopolio estatal de radiodifusión. Ni hubo ni habrá una línea en los “medios” controlados por el Partido Comunista de Cuba, responsable de la hambruna de los cubanos e incapaz de sacarlos de la crisis económica en que viven desde hace tantísimos años. Ellos prefieren seguir mirando hacia Estados Unidos, antes que a su propio país.
La cortina de humo de la dictadura es reiterada, pero no por eso deja de tener dormidos a muchos en la isla.
Y sí, hay problemas, hambre y desigualdad en EE.UU. y en muchas otras naciones. Lo saben quienes viven allí, allá y acullá: somos imperfectos, pero los medios de esos lugares informan sobre la situación de su población, los ciudadanos protestan y exigen a quienes ostentan el poder, los cuestionan, los eligen y tienen la libertad para hacer esas y muchas otras cosas... Cuando suceda eso en Cuba, entonces tendrá cara Granma para salirse con pullitas y campañitas del “norte revuelto y brutal”.
Están podridos allá adentro y no se quieren dar cuenta: les va a explotar en la cara el hambre, el desespero y la desesperanza de los cubanos. La gente se cansa y termina huyendo de un país donde importan cada vez menos, son pisoteados como insectos y tratados como gusanos.
Cuando en Cuba los opositores al presidente en el poder puedan hacer lo que hace Bernie Sanders en EE.UU. con Donald Trump, entonces podrán preocuparse tantísimo como lo hacen ahora por “los vecinos del norte”. No acaban de entender que a los cubanos les interesa su país, el terruño donde residen ahora y su bienestar y el de su familia. Evolucionen de una vez y dejen morir ya su fallida revolución.
Y hagan periodismo que no es tan difícil: comiencen por Cuba, exijan en casa, ocúpense de quienes huyeron de la isla, pregúntense por qué lo hicimos y construyan puentes no muros...
P.D.: Me reservo las malas palabras que llevaba este texto por respeto a usted y a mi persona, no a quienes dirigen Cuba.
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