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La capital de todos los cubanos amaneció con sus calles desiertas y la aplicación de medidas de restricción para evitar la propagación del nuevo coronavirus, entre ellas un toque de queda a partir de las 11 de la noche y el cierre de los servicios de transporte, aunque algunos ciudadanos aseguran que realmente no es así.
Naturaleza Secreta de Cuba, un proyecto de Mundo Latino, publicó esta mañana en su página de Facebook un grupo de imágenes aéreas del Vedado habanero, en las cuales se puede apreciar la soledad de la arteria de 23, el Malecón o los alrededores de la Universidad de La Habana.
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"La Habana amanece con muy pocas personas en las calles, ante la necesidad de un aislamiento social, como mejor herramienta para enfrentar un virus que gana fuerza en todo el mundo", aseguraron en la red social los administradores de este proyecto audiovisual.
En el grupo Fotos de La Habana la periodista Tamara Cruz Remón compartió varias imágenes de La Rampa, Vedado, por la noche. Las calles desiertas, los portales y aceras vacías y un ambiente de desolación en uno de los principales lugares de la capital, son el reflejo de un retroceso en la ansiada vuelta a la normalidad que provocó el incremento de casos positivos de COVID-19.
Sin embargo, varios internautas aseguraron que en la realidad es diferente a lo que muestran las imágenes.
"Yo llevé a mi esposa a un turno médico y el tráfico era insoportable, personas en todas las esquinas esperando algún tipo de transporte y no vi ni un solo patrullero en todo el recorrido", "Acabo de llegar a mi trabajo y en el camino hay tanto tráfico como cualquier día normal, estas noticias alientan, pero no ayudan, se impone tomar medidas y hacerlas cumplir", "Baja el dron para que veas las colas que hay, por ejemplo ahora mismo San Rafael e Infanta, la indisciplina continúa", comentaron a través de la red social.
Este lunes el Ministerio de Salud Pública de Cuba reportó 93 casos de coronavirus en todo el país, de ellos 72 son residentes en La Habana y el resto corresponde a las provincias de Artemisa y Las Tunas.
La Habana tiene una tasa de incidencia de 12.46 enfermos por cada 100 mil habitantes en los últimos 15 días, la más elevada de todo el país.
Este complejo panorama sanitario obligó a las autoridades del país a decretar a partir de este último sábado un toque de queda a partir de las once de la noche en toda la ciudad y a las 9 de la noche el cierre de los centros nocturnos, bares y restaurantes.
Para evitar el tránsito innecesario, se limita el acceso a la capital de ciudadanos procedentes de las provincias centrales y viceversa y en el transporte urbano se estableció un aforo máximo de 40 personas de pie en ómnibus articulados y 20 en rígidos, entre otras acciones que contaron con el visto bueno de Díaz-Canel, según la prensa oficialista.
Aunque La Habana retorno este sábado a la fase de transmisión autóctona limitada del coronavirus, no es el único territorio que establece medidas de control estrictas para controlar la pandemia, en Pinar del Río se decretó también un toque de queda.
A la decisión se suma el uso obligatorio del nasobuco en calles, parques y centros de trabajo; así como la reducción de la movilidad entre provincias en el Occidente del país, incluida la capital.
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