La activista cubana Rosa María Payá aseguró que la ayuda humanitaria recogida por el exilio en Miami para contribuir al alivio de la crisis que vive actualmente el pueblo de la isla ya había llegado a su destino.
“Estamos muy felices de poder anunciar que la ayuda llegó a Cuba. La totalidad de las donaciones recogidas por la iniciativa solidaridad entre hermanos se encuentran en la Isla”, dijo en un video en Facebook.
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“Durante las últimas semanas, las iglesias que han estado a cargo del envío y recibimiento de la ayuda humanitaria nos han confirmado que los contenedores se encuentran en el puerto. Estas iglesias han sido notificadas por la naviera y han cumplido con todos los requerimientos establecidos y ya también han culminado todos los procesos regulares”, explicó.
“Estamos alertando también a todos los líderes de las iglesias y los miembros de la sociedad civil independiente y la oposición que se han comprometido con la distribución de la ayuda a estar atentos, porque en cualquier momento empezamos”, agregó.
“Ya la ayuda humanitaria para el pueblo de Cuba de los exiliados cubanos llegó, le corresponde al pueblo reclamarla”, publicó la Dama de Blanco Berta Soler en Facebook.
La iniciativa fue anunciada en mayo por una asociación de exiliados cubanos y la Ciudad de Miami para enviar ayuda humanitaria hacia Cuba por la crisis del coronavirus, sin la mediación del régimen de la isla.
En colaboración con la alcaldía de la ciudad, la Fundación para la Democracia Panamericana (FDP) presentó la campaña “Solidaridad entre Hermanos” que consistía en reunir productos de primera necesidad con el objetivo de enviarlos luego por vía marítima a la isla.
“Cuba vive una situación dramática, agravada por la crisis del coronavirus, y es hora de echar una mano a nuestro pueblo en momentos de tantas necesidades y carencias que el régimen totalitario no está en capacidad de resolverlas”, declaró el doctor Omar Vento, presidente de la FDP.
Vento aclaró que la FDP es una organización sin fines de lucro que no recibe contribuciones de gobiernos o entidades públicas, y se sustenta exclusivamente a partir de donaciones privadas de personas identificadas con sus principios de promoción democrática en el hemisferio.
La recogida incluyó productos como jabón, detergente, guantes y máscaras protectoras, toallas desinfectantes, pañales para adultos y niños, analgésicos (acetaminofén), así como leche en polvo y comida enlatada.
Los artículos fueron recibidos en el Mana Convention Center, en la barriada de Wynwood. Hasta allí se dirigieron cientos de vehículos para hacer la contribución. Rosa María Payá, coordinadora del proyecto Cuba Decide, fue una de las organizadoras de la iniciativa.
“Estamos muy felices por la generosidad y la solidaridad del pueblo cubano fuera de la isla. Esperamos lo mismo de todos los cubanos que dentro se han registrado para recibir la ayuda. Gracias a los que nos han escrito diciendo que quieren repartirla, gracias a toda la oposición, a la sociedad civil, a todas las iglesias que se han comprometido a recibir y distribuir esta ayuda”, expresó con anterioridad.
La activista, hija del fallecido disidente y gestor del Proyecto Varela, Oswaldo Payá, ponderó el gesto de tantos cubanos en el exilio que desean socorrer a sus compatriotas en la isla, que sufre el desabastecimiento de comestibles y de medicamentos, apagones la falta de agua y de higiene, “en un momento en que lavarse las manos puede significar contagiarse o no de un virus mortal”.
El Mana Convention Center fue cedido por el Ayuntamiento de Miami gracias a la gestión del alcalde Francis Suárez, para que las personas puedan acceder en sus carros sin dificultad y dejar allí los productos.
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