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Se cumplen este lunes 12 años de la muerte en Cuba de Oswaldo Payá Sardiñas, líder opositor del Movimiento Cristiano de Liberación (MCL) e impulsor del Proyecto Varela, una de las iniciativas de mayor impacto conseguida por la sociedad civil y los activistas cubanos por la democracia y los derechos humanos.
Su muerte, ocurrida en sospechosas circunstancias y considerada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como un posible asesinato político, tuvo lugar en una carretera de Cuba mientras se desplazaba en un auto en compañía de los políticos Ángel Francisco Carromero Barrios (España) y Jens Aaron Modig (Suecia). Junto a Payá Sardiñas, perdía la vida el joven cubano integrante del MLC, Harold Cepero Escalante.
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Tras un proceso típico de la “investigación policial” y la “justicia” de un régimen totalitario, las autoridades cubanas concluyeron que la muerte de ambos opositores fue causada por el accidente en el que se vieron involucrados, debido a una imprudencia al volante de Carromero Barrios. España y Suecia aceptaron estas conclusiones con tal de repatriar a sus ciudadanos, detenidos por la Seguridad del Estado cubana.
La familia de Payá Sardiñas, que apenas pudo personarse en la investigación y posterior juicio, siempre ha sostenido que la muerte del líder opositor fue provocada por los represores del régimen cubano. Su viuda, Ofelia Acevedo Mauda, y su hija, la líder opositora Rosa María Payá Acevedo, han luchado sin descanso por llegar a la verdad del caso y reivindicar la memoria y el ideario político de Payá Sardiñas.
Este lunes, en Estados Unidos, la familia conmemora la muerte de Oswaldo Payá y Harold Cepero junto a personalidades del exilio cubano, amigos, activistas, opositores y políticos de ese país.
Entre quienes han expresado su recuerdo y exaltado el legado de ambos activistas cubanos, el subsecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado, Brian Nichols, los recordó como “valientes defensores de los derechos humanos que dieron sus vidas en pos de una Cuba libre y democrática”.
“Honramos su memoria y presionamos constantemente al gobierno cubano para que respete los derechos humanos de sus ciudadanos y libere de inmediato a todos los presos políticos”, dijo Nichols a través de sus redes sociales.
Por su parte, las familias de Oswaldo Payá y Harold Cepero compartieron a través de redes sociales una invitación para “conmemorar sus vidas y obra en el 12 Aniversario del crimen del Estado”. El evento se celebrará en la Ermita de la Caridad a las 8:00 pm.
A mediados de junio de 2023, el Gobierno de Estados Unidos se hizo eco de las conclusiones de la CIDH, señalando al régimen cubano como responsable de la muerte de Payá Sardiñas y Cepero Escalante.
“Oswaldo Payá y Harold Cepero pagaron el precio más alto por defender los derechos humanos de los cubanos. La CIDH concluyó que agentes estatales cubanos participaron en sus muertes. Estos hombres eran patriotas, célebres por su defensa en nombre de sus conciudadanos en apoyo de la democracia cubana”, expresó entonces en Twitter el subsecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos.
El informe de la CIDH y el "asesinato de Estado" que gravita sobre el régimen totalitario cubano
El informe de la CIDH identificó indicios serios y suficientes para concluir que agentes estatales participaron en las muertes de Payá Sardiñas y Cepero Escalante. Asimismo, estableció que Carromero Barrios, el joven político español que conducía el auto donde viajaban los opositores, fue víctima de torturas y de la violación de sus garantías judiciales.
Sustentado en el testimonio de Carromero, el informe asegura que fueron impactados por un auto oficial, lo cual fue corroborado por un testigo ocular. De esta manera, la CIDH estableció que el Estado cubano, quien no presentó argumentos y negó los hechos, violó los derechos a la vida, honra y libertad de expresión de ambas personas.
La institución también resaltó las varias irregularidades y omisiones en la investigación de los hechos, entre ellas la falta de pericia o valoración de declaraciones de las personas sobrevivientes. Además, destacó el hecho de que las autoridades tomaron una posición oficial inmediata, sin antes haber realizado diligencia de investigación alguna.
También, la CIDH argumentó que los familiares de Payá nunca tuvieron acceso a los informes de autopsia, ni al contenido de diligencias realizadas. En el proceso contra Ángel Carromero por su alegada responsabilidad en el accidente, tampoco se permitió participar, solicitar pruebas, ni apelar a la sentencia.
“Ángel Carromero fue detenido de manera ilegal y arbitraria, amenazado por autoridades estatales para confesar su supuesta responsabilidad y fue víctima de tortura y tratos inhumanos como golpes, falta de acceso al aire libre, luz solar y una nutrición adecuada. Por ello, la CIDH determinó que el Estado vulneró el derecho a la integridad personal en perjuicio del señor Carromero”, explicó la Comisión.
Por tanto, la CIDH sostuvo que la investigación incumplió con las obligaciones estatales de debida diligencia, agotamiento de líneas lógicas de investigación, publicidad de proceso y acceso a la información. El informe estableció asimismo que los derechos de los familiares de Payá también fueron vulnerados.
“A la familia le negaron el desplazamiento para que retiraran el cuerpo sin vida de Payá, y esta tuvo que abandonar el país posteriormente debido a hostigamientos y amenazas por parte del Estado”, afirmó el informe del organismo.
El informe fue recibido con júbilo por activistas, organizaciones de derechos humanos, políticos y familiares de las víctimas.
“Aquella tarde de julio, al recibir la trágica noticia, mi corazón reconoció de inmediato la verdad que hoy reafirma esta Comisión: los Castro finalmente cumplieron sus amenazas asesinas. Sin embargo, no lograron matar el legado de Oswaldo”, dijo Acevedo Mauda.
“Las lecciones de mi esposo nos obligan a visualizar el futuro con optimismo y darnos cuenta de que poseemos el poder para superar nuestras circunstancias. El camino hacia la liberación ya está trazado para Cuba, el Camino del Pueblo”, agregó.
Por su parte, Rosa María Payá, hija del líder asesinado y coordinadora del proyecto Cuba Decide, destacó que el informe “confirma al mundo lo que hemos sabido todo el tiempo: que mi padre, Oswaldo Payá, y Harold Cepero fueron ejecutados por agentes del Estado por orden de los Castro. Ahora estamos un paso más cerca de la justicia, responsabilizando al Régimen cubano por sus actos atroces”.
Payá Sardiñas fundó en 1988 el Movimiento Cristiano Liberación (MLC) para promover la democracia y las libertades civiles a través de la resistencia pacífica en Cuba.
Una década después, la organización creó el Proyecto Varela, una iniciativa que buscaba avanzar en las reformas democráticas bajo una disposición de la Constitución (luego reformada) que permitía a los ciudadanos introducir proyectos de ley.
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