Médicos cubanos podrían ser contratados de manera directa, sin la mediación de entidades vinculadas al gobierno de La Habana, como resultado de un proyecto profesional anunciado este lunes por la organización Archivo Cuba y el grupo independiente No Somos Desertores.
La iniciativa sin fines de lucro se nombra Médicos Cubanos Libres contra el COVID-19 y busca conectar a profesionales de la medicina titulados en Cuba con entidades de países que pretenden reforzar sus sistemas sanitarios empleando personal extranjero.
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La propuesta promueve dar empleo a médicos cubanos sin la intervención de organismos que tengan alguna relación con el régimen de la isla, garantizando el pago directo de su remuneración, viajes, alojamiento, seguro médico y otros beneficios.
Por lo pronto, se gestionan opciones a modo exploratorio en dos países del hemisferio americano, según el comunicado emitido por ambas organizaciones.
Para que se concreten oportunidades de empleo se requiere la autorización de las credenciales de los profesionales cubanos, algo que permiten ya por decreto de emergencia algunos países ante la crisis del coronavirus. La contratación será más factible a médicos que hayan ejercido de manera excepcional, sin la homologación de sus títulos, en países que los han autorizado como miembros de brigadas médicas enviadas por entidades estatales cubanas.
De poder materializarse los empleos en varios países, el proyecto permitirá a los médicos cubanos ejercer su profesión libremente y obtener una remuneración plena.
Los médicos interesados en participar en estas opciones laborales podrán llenar una planilla muy breve por vía electrónica en el sitio CubaSalud.org, con garantías de confidencialidad a todos los solicitantes.
A los interesados se les notificará directamente de cualquier oportunidad concreta de trabajo y se les pide que eviten pedir información de manera prematura, dijeron los promotores de la iniciativa.
En Cuba, los médicos perciben un salario promedio de menos de $70 dólares mensuales y solo pueden trabajar para el Estado, bajo total control del Partido Comunista de Cuba. Fuera de la isla, la mayoría de los profesionales emigrados en busca de mejores condiciones de vida y libertad no logran homologar sus títulos al enfrentarse trabas de todo tipo.
La convocatoria conjunta indica que los países que contraten a los médicos de forma independiente accederán a especialistas en medicina sin entrar en acuerdos bilaterales con el Estado cubano, los cuales instituyen un modo de esclavitud moderna y tráfico de personas.
Asimismo, los contratantes podrán evitar otras exigencias de Cuba que encarecen los acuerdos, tales como el pago de personal que vigila y disciplina a los médicos, y la obligada compra de fármacos e insumos médicos sujeta a prácticas turbias para incrementar los ingresos del Estado cubano, según el comunicado.
"A los países que enfrentan un déficit de médicos y están dispuestos a contratarlos por vía del Estado cubano que los explota, se les ofrecerá una alternativa que respeta los derechos de estos trabajadores sin incurrir en violaciones al derecho internacional", agrega la declaración.
El comunicado menciona como ejemplo el caso del territorio francés de Martinica, que recientemente entró en un acuerdo para contratar una brigada médica cubana de 14 médicos y un “administrador” que le permite a Cuba remunerar a dichos médicos con 23 euros diarios. Este monto es menos del 25% del pago que recibe el personal de aseo del hospital en Fort de France, donde trabajan.
Debido a que Francia debe atenerse a mecanismos institucionales de la Unión Europea para combatir el tráfico de personas, contratar médicos cubanos directamente le representa una solución práctica y humanitaria que evitará las repercusiones legales.
La exportación de servicios sanitarios constituye la mayor fuente de ingresos de Cuba. En 2018, último año de estadísticas oficiales, Cuba obtuvo $6,4 mil millones por la exportación de servicios de salud humana y de atención social, así como alrededor de $990 millones en servicios de apoyo para las llamadas “misiones internacionalistas”.
Esos ingresos millonarios se obtienen mediante la contratación de personal médico por más de 70 países por parte del Estado cubano, que confisca hasta el 90% de sus salarios y comete otras violaciones graves y sistemáticas a sus derechos, incluyendo la separación forzosa de sus seres queridos.
Desde marzo pasado, el gobierno cubano ha aprovechado la pandemia del COVID-19 para enviar a cerca de 3.000 trabajadores en “brigadas de emergencia” a más de 40 naciones, según estadísticas de Archivo Cuba.
Aparte de las millonarias remuneraciones, el gobierno cubano se ha servido para lanzar una gran campaña propagandística mundial que proclama a su explotador negocio como “gesta humanitaria” de “ayuda solidaria”.
El gobierno cubano incluso ha movilizado a su cuerpo diplomático y sus vastas redes internacionales en una cruzada para nominar a las brigadas médicas cubanas para el Premio Nobel de la Paz, y se espera que la nominación se anuncie el próximo 13 de agosto, fecha del cumpleaños del fallecido dictador Fidel Castro.
La organización Archivo Cuba, con sede en Miami, coordina esta iniciativa a través de su proyecto Cuba Salud en colaboración con No Somos Desertores, agrupación cívica que promueve la unificación familiar, la derogación de las prohibiciones de entrada y salida de Cuba a sus ciudadanos y el derecho a la libertad de movimiento.
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