La Habana retorna este sábado a la fase de transmisión autóctona limitada del coronavirus, debido a la situación de riesgo que presenta por el aumento del número de contagiados con el COVID-19.
Según un reporte del Noticiero Nacional de Televisión, la decisión fue adoptada este viernes por el grupo temporal de trabajo para la prevención y el control del nuevo coronavirus, que preside el gobernante Miguel Díaz-Canel.
La capital cubana, donde se reportan 165 casos activos del COVID-19 y seis eventos de contagio en los municipios de Habana del Este, La Lisa y Marianao, retrocede a esa etapa después de más de un mes de encontrarse en la fase 1 de la recuperación pos COVID-19.
Tal medida se acordó "atendiendo también a los criterios de preocupación de nuestro pueblo", según indicó el noticiario oficialista.
En la reunión, el mandatario cubano dijo que la población "tiene que entender" el regreso a las medidas de la fase de transmisión autóctona de la enfermedad en La Habana, "con todas las limitaciones, las exigencias que lleva esta fase y los sacrificios que implica para todos, para las instituciones, para el sector público y privado, y para nuestros compatriotas que viven en la capital”.
Este viernes se confirmaron 54 nuevos casos de coronavirus en Cuba, de acuerdo con cifras del Ministerio de Salud Pública. En la actualidad, hay 310 casos activos en el país y seis personas en estado grave, lo que no ocurría desde abril, cuando Cuba llegó al pico de la epidemia.
En las últimas semanas, los jóvenes son el grupo de población más afectado por el virus, hecho que las autoridades atribuyen a la movilidad de estas personas y al no cumplimiento de las medidas sanitarias para evitar la propagación, lo que pone en peligro su salud, la de familiares y conciudadanos.
El doctor Francisco Duran García, director nacional de Epidemiología, advirtió que el riesgo de contagio es alto y demandó a la población cumplir las medidas con todo el rigor que se requiere.
En reunión extraordinaria realizada también este viernes en la capital, el presidente del Consejo de Defensa Provincial, Luis Antonio Torres Iríbar, informó que a partir de este sábado se aplicarán medidas relacionadas con esta etapa, que incluyen el cierre de playas y piscinas en el Este y Oeste capitalino, de bares y centros nocturnos, y de áreas que concentren varias actividades por cuenta propia.
Además, se restringirá en los próximos días el transporte público, que estará a disposición solo de quienes continúen trabajando.
En la mañana del viernes se conoció también que el gobierno de La Habana dispuso un grupo de medidas de control epidemiológico por el aumento de casos de coronavirus, incluido un toque de queda nocturno en la capital del país.
A partir de las 9:00 p.m. cerrarán los centros nocturnos, bares y restaurantes, mientras que el transporte urbano funcionará hasta las 11 de la noche. Desde esa hora no se podrá transitar por las calles, medida que será controlada por efectivos del Ministerio del Interior.
Además, se restringirá el acceso a la capital de personas procedentes de las provincias centrales, en tanto los habaneros tampoco podrán viajar a otros territorios del país.
El Ministerio de Transporte determinó limitar los desplazamientos entre las cinco provincias occidentales (La Habana, Matanzas, Pinar del Río, Artemisa y Mayabeque) ante los rebrotes de coronavirus.
El jueves, Artemisa, con una de las mayores tasas de incidencia del COVID-19, retornó a la fase 2 de recuperación tras detectarse un brote de coronavirus en Bauta y otros lugares del territorio, como la Empresa de Construcción y Montaje de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, ubicada al oeste de La Habana.
La decisión se tomó después de anunciarse que el municipio de Bauta regresaba a la fase 1 debido a los 62 casos acumulados por el evento de transmisión local, a los cuales se sumaron otros 30 en el poblado de Playa Baracoa, también en cuarentena.
Tras el evento de transmisión detectado en la zona industrial del Mariel, se acordó aplicar un plan de medidas de control epidemiológico. Allí se concentra un alto número de personas, las cuales se han mantenido trabajando y trasladándose por las provincias de Artemisa y La Habana, pues no se detuvo la actividad económica en la región durante la pandemia.
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