En el municipio de Gibara, provincia de Holguín, los cubanos amanecieron haciendo grandes colas para comprar alimentos o productos de aseo personal.
Como lo muestras las imágenes, una gran cantidad de personas se concentró en le parque central de Gibara este miércoles para alcanzar los tickets con el fin de comprar detergente el jueves.
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Otra gran cola se hizo en el municipio oriental para comprar leche evaporada, refresco marca Piñata, chocolate, embutidos criollos y papel sanitario, el cual se ofertó por un precio de 4 CUC en la tienda La Marlin, según confirmó una fuente a CiberCuba.
Otra de las colas en Gibara fue para comprar el pollo, que aunque los tickets de la cola fueron repartidos hace tres días, el producto no llegó hasta el miércoles a la tienda Panamericana ubicada en la calle Independencia.
Los residentes del municipio, por hacer, hacen colas para el producto "que venga", como también sucedió en la calle Independencia en la noche del miércoles, donde se repartieron tickets y los vecinos no sabían para qué era, pero igual hacían la cola porque la falta de alimentos y aseo los obliga a ello.
A pesar de que los cubanos en las colas usan nasobucos y que en el Oriente del país el coronavirus se ha controlado de manera eficiente, las colas siguen siendo un foco de peligro ante esta pandemia. No obstante, a los cubanos no les queda otra opción, sino lanzarse esa batalla diaria para poder poner el plato a la mesa.
El pasado 13 de julio cinco personas fueron detenidas en Sancti Spíritus tras una violenta discusión en la cola para entrar a la tienda El Perla.
Desde que se organizaran las colas y la entrega de tickets en el país a causa de la crisis epidemiológica, ha aparecido la figura del colero, es decir, aquella persona cuyo negocio es acaparar tickets y venderlos. Esta semana la televisión cubana hizo un llamado a la población a enfrentar a los coleros e “impedir a unos pocos acaparar lo que corresponde a todos”.
Esta semana el cubano Jose Batista Falcón compartió imágenes una cola para comprar productos de aseo personal en la tienda La Campana Palma Soriano, Santiago de Cuba, y dijo que había mujeres discutiendo, halándose los pelos y gente golpéandose por alcanzar los productos.
"Así quiere la dictadura Castro-Canel tener al pueblo cubano de a pie", sostuvo el cubano.
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