Las autoridades de la Florida han prohibido de manera inmediata el consumo de alcohol en los bares de todo el estado.
"Con vigencia inmediata, el Departamento de Regulación Comercial y Profesional suspende el consumo local de alcohol en bares de todo el estado", anunció en la red social Twitter Halsey Beshears, secretaria del Departamento.
Beshears declaró a WCTV que la orden es solo para bares independientes, no para restaurantes que sirven alcohol.
"Basado en más de 8500 casos nuevos y este aumento reciente, DBPR sintió que era prudente cerrar los barrotes para detener este aumento en los casos", sostuvo.
Este anuncio llega poco tiempo después de que se informara que en la Florida en las últimas 24 horas los casos de contagio por coronavirus llegaron casi a 9000 personas.
Según los datos divulgados este viernes por el Departamento de Salud local, el estado sumó 8942 nuevos casos de COVID-19 para un acumulado total de 122 960 desde el inicio de la pandemia en Estados Unidos.
Solamente en Miami-Dade, el condado más afectado en la Florida, se superaron los 30 mil casos acumulados, con un aumento de 1532 en apenas un día para un total de 30 196.
El siguiente condado más afectado es Broward con 13 320, de ellos 736 en las últimas 24 horas; seguido de Palm Beach con 2498, 658 en el último día.
En toda la Florida la cifra de fallecidos es de 3366 desde que llegara la epidemia de coronavirus el pasado mes de marzo.
En marzo las autoridades de Florida cerraron todos sus bares y clubes nocturnos como medida ante la propagación del virus. A inicios de junio el gobernador Ron DeSantis anunció que el estado debía pasar a la Fase 2, lo que permitiría la reapertura de bares y casinos de juegos y otros espacios públicos al 50 por ciento de su capacidad, excepto en Miami-Dade, Broward y Palm Beach.
En esta segunda fase, que arrancó el 5 de junio, se le permitió a los gimnasios y centros comerciales operar en su capacidad total; aunque los bares y centros nocturnos solo podrían recibir al 50 por ciento de sus clientes en interiores y en su capacidad total en las propiedades exteriores. En cuanto a las tiendas, pueden permitir la capacidad máxima que indiquen los gobiernos locales.
A pesar de que la curva de infecciones va en aumento, DeSantis, dijo que el estado no dará marcha atrás en el proceso de reapertura económica.
Esta declaración también fue apoyada por los alcaldes de Miami, Francis Suárez, y de Miami Beach, Dan Gelber, quienes descartaron un regreso al confinamiento.
Ante un panorama desalentador y preocupante, el Alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, dijo que la policía hará cumplir el uso de mascarilla en lugares públicos y el distanciamiento, con "tolerancia cero".
Según explicó, todos deben llevar máscaras dentro de los negocios, excepto cuando se esté comiendo en un restaurante, y en los espacios públicos cuando el distanciamiento social de seis pies no sea posible.
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