La televisión cubana ha vuelto a emitir un reportaje sobre un nuevo caso de incautación de mercancías adquiridas ilegalmente; en este caso, 43 toneladas de maíz en grano almacenado en mil sacos decomisados a un ciudadano del poblado Estrella, en el municipio camagüeyano de Céspedes.
En el operativo también se incautaron 210 litros de combustible y 12 tubos. El ciudadano aseguró que había comprado el grano a los campesinos de la zona y que serían destinados a la alimentación animal y la venta para adquirir ingresos económicos, algo que las autoridades cubanas consideran ilegal.
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Este nuevo reportaje televisivo se suma a los de su tipo que últimamente se difunden en la TV cubana, y que según el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), buscan intimidar a la población afectada por la mala situación económica del país.
"Es un contrasentido que [el Estado] dé lecciones legales a supuestos acaparadores, negociantes y receptadores, cuando no garantiza ni un sustento mínimo para los ciudadanos o cuando las tiendas estatales venden productos a precios abusivos, cuando los ha comprado a precio de gangas en el extranjero", sostuvo Yaxys Cires, director de estrategia política del OCDH.
En días recientes la policía de Villa Clara decomisó a un ciudadano unos 500 sacos de trigo que fueron comprados a un productor porcino. El receptador pagó 157 mil 500 pesos por el lote.
En Santiago de Cuba, también se incautaron varias cajas de refresco y productos industriales, que serían, presumiblemente, vendidos en la región. El operativo de la policía detectó una rastra con cilindros de 10 kilogramos que se dirigían a Guantánamo.
Se presume que haya funcionarios involucrados en el acto delictivo, según explicó la prensa oficialista al momento de dar a conocer los detalles del incidente, que aún permanece bajo investigación.
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