Japón donó equipos a la Empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro, en la provincia de Sancti Spíritus, para ayudar en la producción de arroz, un grano altamente demandado por la población cubana.
La contribución del país asiático consiste en 40 tractores para la preparación de la tierra, 10 combinadas cosechadoras pequeñas, nueve trasplantadoras de arroz, seis sembradoras de bandeja y dichos recipientes para la siembra, señala una nota de la agencia oficialista Prensa Latina.
El equipamiento estará destinado a la producción de semillas en áreas de la UBPC (Unidades Básicas de Producción Cooperativa) Las Nuevas, dijo Osbel Montero, director técnico productivo de esa entidad en el municipio espirituano de La Sierpe.
La UBPC Las Nuevas está enclavada en una zona eminentemente arrocera. El citado medio expone que la Empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro contribuye a la sustitución de la importación del cereal, alimento tradicional en la mesa de los cubanos.
Sancti Spíritus constituye la segunda provincia con mayores volúmenes productivos de arroz en toda Cuba y, según especialistas, la empresa Sur del Jíbaro, aporta alrededor del 20 por ciento del consumo nacional.
Cuba tiene una demanda nacional de arroz de 700 mil toneladas anuales, pero el país apenas produce un 40 por ciento de sus necesidades actuales de consumo. En 2018, la producción arrocera nacional alcanzó las 304 mil toneladas, de acuerdo con datos oficiales.
A pesar de que el discurso oficialista retome a menudo el tema de la sustitución de importaciones, el gobierno de Díaz-Canel no ha logrado escapar de la dependencia respecto de mercados extranjeros.
Países como Surinam han identificado a la isla como un potencial destino para la venta del arroz de producción local. El titular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Rabin Parmessar, viajó a Cuba en 2019 con el fin de sostener un encuentro con represetantes cubanos y establecer acuerdos que se encaminen hacia ese propósito.
En la actualidad, se ha señalado la escasez del grano en los establecimientos, al igual que el aumento de precios para adquirirlo en medio de la crisis por el coronavirus. Según un reporte previo de Cibercuba, el arroz llegó a subir hasta seis veces su precio en abril. Cuando aparece, llega a costar entre 20 y 25 pesos (el equivalente a un dólar) la libra. En general, el momento que atraviesa la isla se destaca por una amplia y ya prolongada escasez de alimentos.
Ese mes, Vietnam donó 5 000 toneladas de arroz a Cuba para ayudar a la isla a mititgar sus dificultades alimentarias. El apoyo llegó acompañado de una carta del secretario general del Partido Comunista y presidente de Vietnam, Nguyen Phu Trongo, dirigida a Raúl Castro y a Miguel Díaz-Canel.
“Estoy convencido de que con gran determinación y esfuerzo, nuestra naciones vencerán pronto a la COVID-19 y proseguirán sus procesos de desarrollo sostenible”, expuso a la sazón el ministro de la Construcción de Vietnam, Pham Hong Ha.
Otro donativo vietnamita se produjo en junio de 2018, cuando el gobierno de esa nación donó a la isla también 5.000 toneladas de arroz, en ese caso para ayudar a la nación a mitigar los daños que dejó a su paso la tormenta subtropical Alberto.
A comienzos de junio, Cuba recibió una donación de maquinaria japonesa destinada a incrementar la producción agrícola –concretamente la obtención de semillas de arroz de calidad–, valorada en casi diez millones de dólares.
La ayuda cobró forma a través de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA, por sus siglas en inglés), que en 2017 suscribió un acuerdo de cooperación con la embajada cubana en Tokio.
El lote abarca casi medio centenar de máquinas trasplantadoras autopropulsadas, 42 cosechadoras, 41 sembradoras de bandejas para la producción de posturas y 199 tractores para el fangueo de las áreas arroceras. Los nuevos suministros llegaron a varias provincias, entre ellas, Sancti Spíritus.
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