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La esposa del cuentapropista matancero Mario Gómez, cuyo caso forma parte de los juicios ejemplarizantes publicados en la televisión nacional por el Gobierno cubano, afirmó que al hombre se le ha tejido un falso caso de actividad ilícita que podría llevarlo a prisión por un año.
Lidelysa Suárez describió al medio digital Diario de Cuba (DDC) varias irregularidades del proceso contra su esposo, quien está enfermo de cáncer y diabetes y podría ir a la cárcel por un delito que no cometió, según el testimonio de la mujer.
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Explicó que el hombre, residente en Jagüey Grande, fue acusado de vender más de cien tornillos a un ciudadano identificado como Ramón Jorge Flores.
Sin embargo, el presunto comprador no supo decir donde vivía el trabajador por cuenta propia acusado del delito señalado, aseguró Suárez.
El testigo que lo acusa también es falso y las autoridades realizaron dos registros en distintos domicilios con la misma orden judicial, usando como testigos a personas que trabajan en la Policía por lo civil, subrayó.
Durante la comparecencia ante el tribunal la jueza no permitió a Gómez defenderse ni revisó las pruebas. Al acusado tampoco se le permitió hablar, denunció Suárez.
También confirmó a DDC que cuentan con los recibos de compra de cada uno de los artículos decomisados durante los registros. En su mayoría se trata de cosas adquiridas en tiendas estatales, y que son consideradas "productos de lento movimiento", explicó.
De acuerdo con las declaraciones de la mujer, ella cree que esta cruzada contra Gómez forma parte de una discriminación por motivos religiosos, ya que el hombre —que tiene 61 años y padece un Linfoma no Hodgkin de células pequeñas y diabetes— es seguidor del Islam desde hace ocho años.
La pareja tiene dos licencias para ejercer el cuentapropismo en Cuba. El permiso de Suárez le permite producir-vender artículos del hogar desde hace más de cinco años, mientras su esposo se desempeña como plomero.
"Es una persona que tiene mucho conocimiento, y de materias primas como tubos u otros pedazos de metal saca provecho para hacer piezas", afirmó.
De momento pesa sobre él una condena de un año de prisión, y su familia se encuentra a la espera de la revisión del caso por parte del Tribunal Supremo Popular.
El caso de Gómez forma parte de una serie de juicios ejemplarizantes publicados con frecuencia por el gobierno en el Noticiero Nacional de la Televisión cubana para mostrar que está actuando contra las ilegalidades en el país.
El pasado 3 de junio el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) denunció que estos arrestos televisados por presuntos delitos que no se han confirmado son un mecanismo para intimidar a la población en medio de la pandemia por coronavirus.
"Denunciamos la ola de juicios ejemplarizantes con la que el régimen busca intimidar a la población afectada por la mala situación económica del país. La utilización del sistema judicial para imponer el miedo se realiza violando el debido proceso", consideró Yaxys Cires, director de estrategia política del OCDH.
La OCDH explicó que el empleo del método de "atestado directo" del procedimiento proceso penal "sumario" implica una fuerte limitación de garantías procesales para los imputados.
Estos suelen enterarse formalmente del motivo de la acusación y tener acceso a un abogado escasas horas antes del juicio, sostuvo la organización.
Por ejemplo, estas maniobras suelen implicar a cuentapropistas y ciudadanos comunes, sin embargo nunca han presentado casos de corrupción que impliquen a algún funcionario o directivo importante, que son las personas más señaladas por la población del país como corruptas.
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