Vídeos relacionados:
El gobierno cubano y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) acordaron este lunes la ejecución de un proyecto común para enfrentar el cambio climático por un monto de 119 millones de dólares, según informó la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
El Ministerio de la Agricultura de Cuba (MINAG) y la FAO, diseñaron el proyecto recién aprobado en la Junta del Fondo Verde para el Clima (FVC), celebrada en Ginebra, Suiza. La FVC es un fondo dentro del marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático constituido como mecanismo para ayudar a países en desarrollo en prácticas de adaptación al cambio climático y mitigación de sus efectos.
Lo más leído hoy:
La FVC aportará 38,2 millones de dólares a este plan, mientras que el gobierno cubano contribuirá con 81,7 millones en cofinanciación para el proyecto, el cuarto formulado de conjunto con la FAO en América Latina y el Caribe, aprobado por ese mecanismo financiero internacional.
La iniciativa "Incremento de la resiliencia de las familias y comunidades rurales frente al clima mediante la rehabilitación de territorios productivos en localidades seleccionadas de la República de Cuba", se implementará en siete de los municipios más vulnerables a los efectos del cambio climático de las provincias cubanas de Matanzas (oeste), Villa Clara (centro) y Las Tunas (este).
Su objetivo es mejorar la seguridad alimentaria y nutricional e incrementar la estabilidad de los sistemas locales de producción de alimentos, el empleo y el acceso al agua.
Durante siete años, el proyecto buscará beneficiar a 240.000 personas y mitigar la emisión de alrededor de 2,7 millones de toneladas de gases que provocan el llamado "efecto invernadero", trabajando con 52.000 agricultores y sus familiares, de los cuales casi la mitad son mujeres.
El representante de la FAO en Cuba, Marcelo Rasende, consideró que la firma del convenio, en medio de la compleja situación creada por la pandemia de COVID-19, muestra la apuesta del país caribeño por impulsar las inversiones en el sector agrícola y desarrollar sistemas alimentarios sostenibles y con alta capacidad de resiliencia ante eventos climáticos.
Para este proyecto se realizarán inversiones en tecnología, maquinaria, equipamiento y recursos para rehabilitar paisajes productivos, mediante sistemas agroforestales, la reforestación y la regeneración natural asistida.
Cuba fue una de las naciones fundadoras de la FAO, surgida en 1945, pero no fue hasta febrero de 1978 cuando ese organismo especializado de la ONU estableció una representación oficial en La Habana.
La agroindustria, la agricultura sostenible, la inclusión social, la acuicultura y el cambio climático están entre las principales áreas de cooperación mutua.
En 2015 la FAO reveló que había aportado financiación a Cuba por un monto que oscilaba entre los 65 y 70 millones de dólares, para proyectos de asistencia a la agronomía y la alimentación.
En 2017 el organismo activó un fondo especial de emergencia para asistir en la rehabilitación de la producción agrícola y pesquera en Cuba, con el fin de aliviar los estragos provocados por el huracán Irma.
En el 2018, el representante de la FAO Theodor Friedrich, de visita en la isla, aseguró que Cuba era "un ejemplo en seguridad alimentaria en el mundo entero".
El año pasado, la organización también felicitó a instituciones cubanas en medio de la escasez alimentaria que vive el país.
Buena parte de esta financiación, no obstante, no parece traducirse nunca en una mejora de la situación alimentaria en la isla, donde escasean los alimentos procedentes de la pesca y la agricultura.
Archivado en: