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El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP, por sus siglas en inglés) alertó sobre el riesgo de inseguridad alimentaria severa durante este año en países de América Latina y el Caribe, entre ellos Cuba, por la pandemia de coronavirus.
La cifra de personas en riesgo de inseguridad alimentaria severa en la región aumentaría de 3.4 millones en 2019 a unos 13.7 millones este año, según las estimaciones hechas por este programa de la ONU.
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Los nuevos 10 millones de personas que se proyecta caerán "aún más a la pobreza y al hambre" se encontrarían en 11 países de la región y en pequeños Estados insulares en desarrollo en el Caribe. Estos estarían en una situación de emergencia y no tendrían recursos para satisfacer "las necesidades alimentarias básicas tanto en cantidad como en variedad", agrega el programa de la ONU.
"Es vital y urgente que prestemos asistencia alimentaria al creciente número de personas vulnerables en la región, así como a aquellos que dependen de un trabajo informal. Estamos a tiempo de evitar que la pandemia COVID-19 se convierta en una pandemia de hambre", dijo Miguel Barreto, Director Regional para América Latina y el Caribe de WFP.
WFP hizo estas proyecciones de inseguridad alimentaria severa a partir de países y subregiones donde presta asistencia técnica a los gobiernos y tiene operaciones en curso. "Este es el caso de Bolivia, Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Perú, República Dominicana, y pequeños Estados insulares en desarrollo en el Caribe", apunta el comunicado. En el caso de Cuba no se precisa dato alguno.
WFP sí señala que a las afectaciones por el COVID-19 se suma a partir de junio la temporada ciclónica en la región como un riesgo adicional ante el que piden preparación a los gobiernos.
WFP ayuda en Cuba en programas nacionales de seguridad alimentaria para escolares, mujeres embarazadas, lactantes y personas mayores, incluso a través de suplementos de hierro, enriquecimiento de alimentos y diversificación para niños menores de 2 años y mujeres embarazadas o lactantes", detalla en su página web.
El Gobierno cubano abrió hace unos días las polémicas cuentas bancarias para recibir dinero que se destinará para la producción de alimentos en el país.
Desde septiembre de 2019 a la ya crítica situación con la alimentación y otros productos básico en Cuba se sumó "el período coyuntural", como lo calificó el gobernante designado Miguel Díaz-Canel.
Ahora en 2020 el país es también afectado por la pandemia del coronavirus por el cierre de fronteras y la paralización del turismo, uno de las principales fuentes de ingresos.
Según pronósticos del Fondo Monetario Internacional, el mundo se enfrenta a "las peores secuelas económicas desde la Gran Depresión" por esta crisis sanitaria.
10 millones más sin alimentación básica en América Latina
WFP tomó en cuenta también para estas proyecciones estudios como el de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que pronostica una contracción regional promedio de -5,3% para 2020 por el impacto del COVID-19.
"Trabajando juntos, podemos minimizar el riesgo de inseguridad alimentaria y proteger a los países y comunidades más vulnerables de los efectos potencialmente devastadores de la pandemia", dijo su director regional.
Entre las estimaciones divulgadas está el posible aumento de 700.000 a 1.6 millones personas en inseguridad alimentaria severa en Haití. Los migrantes de Venezuela en Colombia, Ecuador y Perú pasarían de 540.000 personas a más de 1 millón y en el Corredor Seco de Centroamérica el aumento será de 1.6 millones a cerca de 3 millones.
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