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Donald Trump afirmó que lleva una semana y media tomando hidroxicloroquina, un fármaco contra la malaria y el paludismo que el presidente asegura previene la gravedad en caso de contagio con el coronavirus.
El mandatario aseguró que toma una píldora todos los días combinada con zinc. Con ello se asegura de disminuir los posibles efectos del virus si contrae la enfermedad, explicó.
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"Comencé a tomarlo porque creo que es bueno. He escuchado muchas buenas historias (...) Todo lo que puedo decirle es que hasta ahora parece que estoy bien", subrayó.
Sin embargo, este fármaco no ha demostrado ser efectivo contra el COVID-19, aseguran los expertos.
Aunque en más de una ocasión el medicamento ha sido defendido como posible solución al virus por el mandatario, quien distribuyó más de 29 millones de dosis en varios hospitales del país, algunos científicos afirman que no hay evidencias sobre tal efectividad, y otros han llegado a decir que incluso podía perjudicar a los pacientes.
En marzo, Trump anunció que usaría el antimalárico y antipalúdico para combatir el coronavirus, y pidió a la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) eliminar las barreras que limitan el acceso de los pacientes a este fármaco.
Al respecto, el director de la FDA, Stephen Hahn, señaló: "Queremos examinar el uso ampliado del medicamento para ver realmente beneficia a los pacientes. Queremos hacerlo en el marco de un ensayo clínico, un gran ensayo clínico pragmático para reunir realmente toda la información".
En abril, no obstante, ese organismo advirtió a los trabajadores sanitarios que el medicamento no debe usarse fuera del hospital debido a sus efectos secundarios, los cuales son peligrosos y en ocasiones pueden resultar fatales.
El experto estadounidense en enfermedades infecciosas Rick Bright fue destituido de su cargo de director de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Avanzado Biomédico (BARDA) el 20 de abril por oponerse al uso de este fármaco sugerido por Trump en la crisis sanitaria del coronavirus.
Bright presentó una denuncia en la que argumentó que tuvo que resistir a las presiones de los jefes del Departamento de Salud y Servicios Sociales que querían que "medicamentos potencialmente dañinos estén ampliamente disponibles", refiriéndose a este producto, que sí resulta efectivo para combatir la malaria.
En Estados Unidos, el país más afectado por el patógeno de pulmón, se habían confirmado hasta este lunes 1.500.703 casos de coronavirus y 90.312 muertes por la enfermedad.
El pasado viernes, Trump afirmó que la Casa Blanca está "considerando" que una eventual vacuna contra el nuevo coronavirus sea de acceso gratuito para la población del país, cuya economía ha caído abruptamente por la pandemia.
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