Un supuesto agente del Ministerio del Interior de Cuba (MININT) citó a la periodista Mónica Baró Sánchez a través de una llamada telefónica desde un número desconocido.
El hombre, que dijo llamarse Jorge, le comunicó que debía encontrarse con ella para tratar asuntos que le interesarían.
"Acaba de llamarme, desde un número no identificado, Jorge, del MININT (Ministerio del Interior). Jorge me dijo que quería verme mañana. Le pregunté el objetivo y me dijo que por eso quería verme, que cuando nos viéramos me enteraría, pero que estaba seguro de que me iba a interesar", denunció la joven en Facebook.
"Yo le dije que si me estaba citando prefería que lo hiciera como establece la Ley de procedimiento penal. Me dijo que no era una citación pero que debía saber que podía citarme por teléfono. Le dije que sí, que lo sabía, que en casos urgentes la citación podía ser por teléfono, pero que de todas maneras el medio no lo eximía de decirme el objetivo", agregó.
Baró, reportera de la revista independiente El Estornudo, cuestionó que la citación fuera en medio de la crisis que vive el país por la propagación del coronavirus, una enfermedad que ha afectado en la Isla a 726 personas hasta el momento, según cifras oficiales.
"Yo imagino de qué quiere Jorge conversar conmigo, por qué le urge tanto conversar conmigo, al punto de pasar por alto las orientaciones de las autoridades sanitarias y políticas del país de quedarnos en casa y mantener el distanciamiento social", dijo.
"Jorge, estamos enfrentando una pandemia, no hay transporte, el gobierno nos ha pedido que nos quedemos en casa, que evitemos las reuniones. Le pregunté si no podía esperar a que terminara el período de cuarentena, básicamente, a que el país saliera del riesgo de la COVID-19. Pero a Jorge le urge hablar conmigo. No sé qué quiere saber Jorge sobre mi vida o mi trabajo con tanta urgencia que ya no sea público", puntualizó.
La periodista aclaró en su publicación que agentes de la Seguridad del Estado ya habían estado en su casa varias veces en marzo, y como ella no se encontraba hicieron fotos de su edificio.
"Pensé que, con esto del nuevo coronavirus, iban a ocuparse en tareas más útiles, pero luego de los incidentes de los periodistas Yoe Suárez y Camila Acosta, me di cuenta de que era solo cuestión de tiempo que volvieran. Se habían demorado", comentó.
La represión no ha cesado en Cuba durante la crisis que ha generado la pandemia en el país. El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) explicó en su más reciente informe sobre detenciones arbitrarias en la Isla que marzo fue el mes más duro de este año para activistas y periodistas independientes, con al menos 250 acciones represivas reportadas.
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