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Una mujer brasileña de 33 años se convirtió en la primera embarazada que perdió la vida en este país a causa del coronavirus.
Se trata de Viviane Albuquerque, una fisioterapeuta que residía en el Pernambuco, a quien tuvieron que practicar una cesárea de urgencia con la que los médicos pudieron salvar al bebé, según reportó el portal brasilero Folha de Pernambuco.
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El pequeño, que pesó dos kilos, fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Unimed Recife, donde se encuentra en estado grave luego de que sufrió un paro cardíaco.
Viviane murió el pasado domingo por la noche en este recinto sanitario, en el que fue ingresada el pasado 28 de marzo tras presentar fiebre y tos. Dos días más tarde se le hicieron las pruebas y el jueves 2 de abril se determinó que estaba contagiada.
Esta mujer, que llevaba 31 semanas de embarazo, estaba esperando su tercer hijo, ya que era la progenitora de dos gemelas de 5 años.
La madre y la sobrina de Viviane, que vivían con ella, fueron aisladas cuando se comprobó que la difunta había dado positivo. Las niñas se encuentran en casa de su padre.
En Pernambuco ya han fallecido 30 personas a causa del COVID-19, nueve de las cuales se produjeron en las últimas 24 horas.
Actualmente en Brasil hay 12.240 casos confirmados y 566 personas han fallecido a causa del virus, mientras que 127 pacientes recibieron el alta médica desde el inicio de la crisis sanitaria.
La gestión de la crisis de Bolsonaro
El presidente Bolsonaro ha minimizado en múltiples ocasiones la pandemia, incuso la definió como una "pequeña gripe". Esta postura le llevó a colisionar con los los gobernadores e, incluso, con su propio ministro de Salud, quien ha defendido medidas de distanciamiento social que el mandatario considera económicamente desastrosas.
Su insistencia en combatir el desempleo en medio de una crisis de salud pública sin precedentes está afectando su capital político, haciendo caer su tasa de aprobación a su nivel más bajo desde que asumió el cargo el año pasado.
Bolsonaro pidió el domingo un día nacional de ayuno y oración para "liberar a Brasil de esta malvada epidemia".
Pese a esto, según un sondeo publicado por el diario Folha de S.Paulo el domingo, la mayoría de los brasileños no son partidarios de una potencial renuncia del dirigente.
Pese a las medidas de confinamiento que paralizan la mayor parte de la economía más grande de América Latina, el sector agroindustrial brasileño se esfuerza por evitar problemas en los suministros y busca salir aún más fuerte de la crisis.
"Debemos asegurarnos de que nuestra cosecha este año continúe siendo abundante para poder abastecer a nuestro propio país y aprovechar las oportunidades que puedan surgir", aseguró el domingo la ministra de Agricultura, Tereza Cristina Dias, a representantes del sector.
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