Los vecinos de Nuevo Vedado, en La Habana, salen a sus balcones cada día, a las nueve de la noche, para aplaudirle a los sanitarios de la isla que atienden a los pacientes de coronavirus.
Un video enviado a CiberCuba muestra la respuesta de los cubanos de ese sitio ante la iniciativa que surgió hace pocos días y es réplica de lo que se hace en países como España e Italia.
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Aunque las autoridades gubernamentales del país utilizan la iniciativa para hacer propaganda política a su favor, acaparar la atención y llevarse el mérito absoluto de la gestión que se ejecuta cada día en la isla, lo cierto es que muchas de esas palmadas van dirigidas directamente al personal sanitario cubano.
Como mismo ocurre en Europa, afectada intensamente por el COVID-19, los aplausos también son para aquellas personas que a pesar de la crisis deben exponerse a los riesgos de la enfermedad en sus puestos de trabajo, ya que la vida de muchos depende de ellos.
En recientes declaraciones dadas en exclusiva a esta redacción, personal médico del Hospital Naval de La Habana reconoció que se siente el cansancio físico y psicológico de las largas jornadas de trabajo, que pueden llegar a 12 horas seguidas. Un reporte de la televisión cubana reafirmó eso que ya sabíamos, al contar el testimonio de algunos de estos sanitarios que estarán 35 días sin ver a su familia, de ellos 20 trabajando en esa instalación hospitalaria.
Los aplausos de cada noche, justo cuando tiene lugar el cañonazo habanero, podrá tener una intención política manipulada de fondo, pero lo cierto es que son el pago inmaterial a los trabajadores de la salud que a pesar de no tener las condiciones idóneas cumplen con el sagrado deber de preservar la vida.
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