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Los amantes del fútbol brasileño tendrán que esperar a que esta crisis del coronavirus sea superada para poder volver a llenar las gradas del Maracaná. El impresionante estadio se prepara para acoger a los enfermos de COVID-19 en Río de Janeiro, Brasil.
Ante la pandemia del coronavirus los brasileños se preparan y dejan al margen los desafortunados comentarios del presidente Jair Bolsonaro. Una de las medidas del estado de Río de Janeiro es acondicionar el legendario estadio de Maracaná para lo que se avecina.
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La icónica edificación será adaptada para alojar un hospital de campaña donde se atenderá a pacientes infectados con el coronavirus. La información la ofreció el gobernador, Wilson Witzel, a la prensa local.
El objetivo de esta medida es aumentar la capacidad de asistencia médica para enfrentar el brote de coronavirus que puede alcanzar dimensiones sin precedentes en una ciudad como Río con más de 6 millones de habitantes.
Además del Maracaná, el gobierno desplegará otros tres hospitales de campaña en diferentes zonas del estado. Toman las medidas de modo anticipado tras ver lo que ha ocurrido en diferentes naciones.
El estadio Pacaembú de Sao Paulo también será utilizado como hospital de campaña con camas destinadas a pacientes con coronavirus pero de baja complejidad. Esta medida pretende evitar el colapso de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
El estadio Mané Garrincha también está a disposición de las autoridades locales para garantizar la atención médica a enfermos de coronavirus.
Los grandes clubes del fútbol brasilero como el Corinthians, el Sao Paulo o el Santos han dado un paso adelante para apoyar a los gobiernos locales en la lucha contra la pandemia, en el momento en que Brasil se convierte en el país sudamericano con más casos de enfermos por coronavirus.
En sus declaraciones recientes el presidente Jair Bolsonaro, resta importancia al impacto del coronavirus. Las autoridades sanitarias del gigante sudamericano alertan que los próximos “30 días van a ser muy difíciles”.
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