Más de medio millón de cubanos no tienen acceso de manera regular al agua potable a pesar de la situación sanitaria generada por el coronavirus, informó el Presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), Antonio Rodríguez Rodríguez.
Durante una comparecencia en el programa televisivo Mesa Redonda, Rodríguez que tiene rango de ministro, explicó que el agua no llega a 514 mil personas en el país.
En el occidente hay 469 mil afectados, de los cuales 333 mil viven en La Habana; en el centro del país, 23 mil y en oriente carecen de suministro estable 21 mil 690, afirmó.
En la capital, 246 mil personas reciben el agua en ciclos de más de 7 días y 58 mil 504 habitantes se abastecen a través de pipas de la empresa estatal Aguas de La Habana, señaló.
La escasez de agua potable ha generado una situación compleja ante el coronavirus, cuando hay que extremar las medidas de higiene, reconoció Rodríguez.
La crisis de abasto de agua en el país provoca malestar y fuertes críticas por parte de la población, que está preocupada por la situación sanitaria actual, admitió el presidente del INRH
Esta preocupación es evidente en el aumento de las llamadas que se reciben de la población que se queja del mal servicio, dijo Rodríguez.
Asimismo, detalló que, solo en el mes de enero, Aguas de La Habana recibió 4 mil 652 quejas, que aumentaron a 7 mil 522 en febrero y se dispararon a 17 mil 762 en marzo, cuando se agravó la pandemia del coronavirus.
De dos extensiones disponibles para la atención a la población se han tenido que ampliar el servicio a seis teléfonos, expresó Rodríguez.
De acuerdo con el funcionario, en La Habana las zonas más afectadas por el desabastecimiento de agua potable son Playa, La Lisa y Marianao, el Consejo Popular Pocito-Palmar, zona alta de Miramar, Almendares, Buenavista, Balcón Arimao, Punta Brava, Versalles y San Agustín.
Los consejos Armada, Luyanó, Santos Suárez, Tamarindo, Los Sitios, y zonas altas de Jesús María, la Catedral y Plaza Vieja. Además de las zonas bajas de El Vedado, El Malecón y La Rampa; además de Cojímar y algunas zonas de Guanabacoa, también sufren carencia de agua potable.
Arroyo Naranjo, Centro Habana, Habana Vieja, La Lisa y Boyeros concentran la mayor cantidad de personas sin agua potable, afirmó Rodríguez.
Esta crisis en la distribución se debe, entre otros factores, a que las cuencas que benefician a la capital se encuentran desabastecidas por la disminución de las lluvias, y a que los planes para el mejoramiento de la distribución y la infraestructura avanzan muy lentamente, indicó.
El manejo del recurso hidráulico es muy deficiente en Cuba, ante lo cual el directivo tuvo que reconocer que en las redes de La Habana hay más de dos mil salideros.
En enero pasado, el gobierno cubano informó que la empresa Aguas de La Habana tiene una eficiencia de bombeo de apenas un 50% de su capacidad, debido a las múltiples fugas de agua de las red de abastecimiento.
Aunque el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos desarrolla acciones de mantenimiento a las redes y conductoras dirigidas a disminuir pérdidas y aumentar el abasto de agua, estas no son suficientes para frenar su avanzado deterioro.
Todo ello, sumado a la falta de inversiones durante años, hace insostenible la situación para medio millón de cubanos, que pasan hasta 15 días sin recibir agua potable, que influye negativamente en su salud y calidad de vida, y reduce la actividad mercantil de muchos negocios privados y estatales.
El 68,1% de los cubanos vive sin suministro estable de agua potable y el 80% sufre de cortes de electricidad en sus hogares, según una encuesta del Observatorio de Derechos Sociales en Cuba (ODSC), creado recientemente para ocuparse, de manera especializada, del nivel de vida de los cubanos.
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