El gobierno de Cuba ha cerrado el acceso al municipio especial Isla de la Juventud a personas de otras regiones del país para frenar la propagación del coronavirus. Solo podrán salir aquellos pineros que tengan situaciones de necesidad extrema, informó el primer ministro Manuel Marrero Cruz.
"No queremos que nadie que no sea de la Isla (de la Juventud) vaya a la Isla, queremos que los cubanos se queden en sus casas", afirmó Marrero Cruz.
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La Isla de la Juventud, el único territorio de Cuba con la categoría administrativa de Municipio Especial, tiene una población de casi 84 mil habitantes, según datos de la ONEI, y está comunicada con el resto del país y con Cayo Largo del Sur, solo por mar.
Los catamaranes que se emplean en los viajes diarios entre el sur de La Habana y Nueva Gerona transportan hasta 300 personas por trayecto, de acuerdo al modelo; mientras que los vuelos hacia y desde la capital se suspenden con frecuencia por las constantes incidencias de Cubana de Aviación, que mantiene una conexión diaria entre ambas islas.
Marrero Cruz no aclaró qué pasará con los trabajadores de los hoteles de Cayo Largo del Sur, que proceden de varias zonas del país, incluida la Isla de la Juventud, y que se trasladan en catamaranes hacia Surgidero de Batabanó y Nueva Gerona, durante su rotación normal de trabajo de 20 días laborables por diez de descanso.
Durante su comparecencia en el programa Mesa Redonda, de la televisión oficial cubana, el primer ministro anunció también la prohibición de los viajes interprovinciales por carretera, vías férreas, mar y aire, incluidos los realizados por transportistas privados.
Hasta el pasado domingo, Cuba reportó 40 casos positivos de coronavirus. La Habana es el territorio más afectado con 18. Del total de enfermos de COVID-19, 17 son extranjeros y 23 cubanos. Las autoridades sanitarias darán un nuevo parte en las próximas horas.
Para lograr el control sobre la población se reforzará la presencia de policías y militares en las calles. La medida será efectiva a partir de este martes en centros comerciales y establecimientos que se consideren pertinentes, a fin de observar el cumplimiento de las medidas orientadas frente al brote de COVID-19.
Se anunció también el racionamiento de algunos alimentos y artículos de limpieza y aseo, que hasta ahora se vendían de forma liberada para evitar acaparamiento y aglomeración.
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